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"Es muy difícil construir justicia social sin enfrentar la resistencia de los privilegiados"

En diálogo con LV12, Juan Grabois destacó el encuentro de ayer entre el presidente electo y la Pastoral Social. Resaltó el nivel de comprensión que tiene Alberto Fernández respecto a las problemáticas planteadas. "La gente la está pasando mal, está re cagada de hambre y está impaciente por ver resultados de esta esperanza que fue el Frente de Todos", expresó.

Demonizado por unos, aceptados por otros. Juan Grabois siempre lanza frase polémicas que abre diferentes análisis según el sector que los haga. Ayer fue el caso cuando habló de "La mecha corta" donde planteó su visión sobre cómo es la realidad de los argentinos en referencia a la paciencia que la gente tiene para esperar soluciones.

"Lo de la mecha corta es una descripción de la realidad, quiere decir que la gente la está pasando mal, la gente está re cagada de hambre, no hay laburo y un laburante del sector privado tiene el 50% de posibilidades de estar por debajo de la línea de pobreza. Entonces, desde luego nuestro pueblo está impaciente por ver resultados de esta esperanza que fue el Frente de Todos. Esa impaciencia está muy bien que los gobernantes la sientan. Los gobernantes tienen que sentir la impaciencia de los gobernados", explicó a LV12 el dirigente de la CTEP.

El abogado participó este miércoles de la reunión que mantuvo el presidente electo Alberto Fernández con representantes de la Iglesia y los movimientos sociales para avanzar con su idea de pacto social y de un plan contra el hambre.

El titular del "Movimiento de Trabajadores Excluídos" detalló que apoyarán firmemente al gobierno del Frente de todos, pero sin renunciar al rol de interpelar y al de protestar cuando haya cosas que están mal o que no se hacen con la celeridad necesaria".

"Estoy absolutamente en contra de que el pueblo y sus organizaciones firmen cheques en blanco. Eso es malo para el pueblo y para los propios gobernantes. Es importante que esté la insistencia o presión del pueblo reclamando por sus reivindicaciones y sus necesidades", afirmó.

Asimismo, valoró el encuentro como positivo, subrayando el nivel de comprensión que manifestó Alberto respecto a las problemáticas planteadas.

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"El encuentro fue muy bueno. Sorprendidos por el nivel de comprensión que tiene Alberto de las situaciones que nosotros estamos planteando, de los problemas de acceso a la tierra, al techo y al trabajo. De los problemas que hay en nuestra sociedad de exclusión, de niveles de pobreza incompatibles con un proyecto de país digno. La cuestión es que pudimos tener una buena reunión, pudimos dialogar, discutir algunos temas sobre los que no estamos de acuerdo y acordar que el trabajo entre las organizaciones populares y el Estado no es una cuestión de subordinación; nosotros no somos soldados ni él es un general, esta colaboración se tiene que dar en un marco de independencia, de respeto, de mutua comprensión del rol que cada uno tiene que ocupar en este proceso", remarcó.

El profesor universitario dijo tener mucho optimismo sobre "la voluntad que tiene Alberto de hacer las cosas bien, de sacar el país adelante, de enfrentar la pobreza y de terminar con las políticas neoliberales que tanto daño nos hicieron", De todos modos, admitió su preocupación respecto a "la resistencia de los privilegiados a perder algunos privilegios y es muy difícil construir justicia social sin enfrentar los privilegios. En ese sentido el presidente nos dio tranquilidad de que él va a colaborar con este proceso de redistribución de la riqueza y nosotros tenemos el derecho y la obligación de marcar las cosas cuando nos parecen que están mal", puntualizó.

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Reforma Agraria

El abogado consideró que hay una deformación por parte de algunos sectores de lo que planteó en su momento respecto a la reforma agraria.

"Cuando hay preconceptos, prejuicios y cuando no hay ganas de escuchar al otro siempre vamos a terminar en la misma situación de incomprensión, de diálogo de sordos. Una reforma agraria puede querer decir un montón de cosas. Son cambios en un patrón de producción que tan maravilloso no es porque si en el país de las vacas no se puede comer carne, no se puede tomar leche y si en el país del trigo no se puede comer pan, entonces la cuestión alimentaria muy bien no está funcionando. Si en la Argentina estamos en Emergencia Alimentaria y decimos que podemos alimentar a 400 millones de personas algún problema hay", advirtió.

A lo que agregó que "si el 1% de los propietarios concentra más del 40% de la tierra también hay un problema de distribución de la tierra y si entre el productor y el consumidor el precio aumenta 20 veces también hay un problema. Entonces, una reforma agraria implica resolver esos problemas a través de una serie de reformas institucionales. No es ninguna cosa rara", precisó.

"Desde luego que cuando las cosas se cambian de contexto o con mala leche suceden estas confusiones", subrayó.

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Reunión con Iglesia y movimientos sociales

El presidente electo se sumó así a una habitual cita de la Iglesia argentina con las organizaciones sociales, donde se abordan las problemáticas sociales, y pudo hablar con ellos para mostrarles disposición pero también para encuadrar sus reclamos. Escuchó cosas y replicó pero todo en el marco de una reunión a la que todas las partes calificaron de "muy buena".

En la oportunidad, Alberto aseveró: "Creo que el peronismo y la política no es un regimiento. Yo no soy un general y ustedes no son soldaditos: todo el mundo tiene que decir las cosas en voz alta". Pero aclaró: "Siendo prudentes y no ser funcionales a intereses de afuera".

Fernández recibió de regalo de la Iglesia un rosario y una Biblia antigua, la que se fue agradeciendo mientras charlaba y conocía a Dina Sánchez -del Frente Darío Santillán. y a la cartonera Jackie Flores (del Movimiento Trabajadores Excluidos), referentes femeninas de las organizaciones.

El Jefe de Estado electo dio así un paso más para su idea de pacto social, que tuvo un hito el último viernes cuando visitó -por primera vez- la sede de Azopardo de la CGT y donde logró confluir a los cegetistas, con Héctor Daer a la cabeza. y a los gremios que responden al camionero Hugo Moyano.

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