Beatrix López Terán llegó hace tres años a la provincia: "dejé Venezuela por la crisis económica y política, no quería que mi hijo crezca viendo la condición en la que estaba el país". Y pese a que encontró su vida y su familia en la que considera la "capital cultural de Latinoamérica", reconoce que su futuro es incierto.
"Trabajaba en defensa de presos políticos en una ONG, cubríamos protestas y dábamos contención, protestábamos contra el gobierno actual, había persecución política"
¿Por qué eligió Argentina una vez que decidió irse?
"Elegí Argentina por la cultura. Es la capital cultural de Latinoamérica, eso era lo que quería. Tengo 3 años aquí, decidí Argentina y llegué a Buenos Aires, no pensé que fuera tan grande, te colapsa. Busqué provincias, no tenía nada decidido. Salí a la calle y cuando voy al subte veo por todos lados el cartel de Tucumán".
Prejuicios a un lado
"Llegué sin conocer a nadie, me casé, formé mi familia. Argentina no era lo que esperaba en cuanto a la xenofobia, la gente afuera piensa una cosa distinta: el argentino es amable, cálido, bondadoso, dispuesto a darte una mano, muy parecido a la gente en mi país, y en Venezuela pensábamos que eran los seres más horribles y xenófobos".
La crisis y un mal recuerdo
"No estoy tan segura de que se pueda crecer en Argentina, quizás me toque elegir un nuevo rumbo, veo la situación bastante complicada y no solo por la pandemia. Siento que estoy teniendo un deja vú".
El menosprecio de parte de la sociedad al país
"El mismo argentino no da el valor que tiene su país, que tiene oportunidades, muchos dicen que "somos Venezuela"... si se meten eso en la cabeza, en eso se van a convertir. El argentino es trabajador, veo muchas oportunidades, pero hay que saberlas aprovechar, ponerse la camiseta de su país y pelearla".