En los últimos meses, el mandatario cuestionó la eficacia de las posibles vacunas que se estaban desarrollando. Por ello, tomó la decisión de no vacunarse. De esta manera, el máximo mandatario del país vecino demuestra que se muestra en contra de lo que significa la posibilidad de colocarse la vacuna. Una decisión bastante complicada.
"No me la voy a poner. Es mi derecho", declaró.
En tanto que confirmó que el gobierno no exigirá la obligación de colocarse la vacuna "Las pondría a disposición de la población de forma gratuita y voluntaria".
Brasil es el segundo país con más muertes por coronavirus, y el tercero con el mayor número de casos, por detrás de Estados Unidos e India.