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Ultimátum para intentar que los bonistas acepten la oferta

Si BlackRock y sus aliados no toman los USD53,5, no habrá prórroga del canje y pateará la negociación para después de cerrar con el FMI.

Tras la confirmación de que, sin el apoyo de BlackRock y sus aliados, la adhesión a la oferta oficial de canje de USD66.000 millones de deuda externa quedó del umbral necesario para activar la reestructuración, el Gobierno lanzó un ultimátum a los bonistas a dos días del cierre del plazo vigente. Si no aceptan la propuesta económica de USD53,5 por cada USD100 de valor nominal, no habrá prórroga del canje y pateará la negociación para después de cerrar con el FMI bajo advertencias de quitas más profundas. "Por ahora no se extiende", le dijeron fuentes oficiales a BAE Negocios, aunque indicaron que la decisión final se tomará los primeros días de la semana.

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Si no aceptan la propuesta económica de USD53,5 por cada USD100 de valor nominal, no habrá prórroga del canje y pateará la negociación para después de cerrar con el FMI.

Si no aceptan la propuesta económica de USD53,5 por cada USD100 de valor nominal, no habrá prórroga del canje y pateará la negociación para después de cerrar con el FMI.

Son días claves de la negociación. Todas las partes juegan al poker y especulan con el límite de los plazos para intentar que la contraparte ceda.

Con el período de suscripción a la oferta cerrado, el Gobierno contó el viernes los votos: pese a la suba de más de USD10.000 millones desde la propuesta inicial de abril, el nivel de adhesión al canje cosechado fue menor al 40% de los títulos elegibles. Es decir, se confirmó que sin los tres principales grupos liderados por el CEO de BlackRock, Larry Fink, no se llegaría al piso de participación del 50% en cada serie para hacer válida aunque sea una reestructuración parcial. Los grandes fondos presionan para conseguir al menos USD1,5 más de valor presente neto (VPN), además de algunos ajustes contractuales.

Decidido a no volver a aumentar la oferta, el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, decidieron hacer un ultimátum. Amenazar con dar por finalizada la negociación si no la aceptan, no prorrogar la vigencia del canje e ir hacia un default más prolongado. En ese caso, la reestructuración de los bonos bajo legislación extranjera se postergaría para después de acordar el nuevo programa con el Fondo Monetario.

La estrategia consiste en presionar a los bonistas para que tomen los USD53,5 bajo la advertencia de que negociar después del FMI dejará margen para un ofrecimiento menos "generoso" para los privados.

FUENTE: Bae Negocios

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