La recesión no se detendrá en 2020. Luego de un 2019 con una inflación de 53,8% y una caída del PBI en torno al 2,8%, las perspectivas recién mejorarían durante el segundo año de gestión del presidente Alberto Fernández.
Para eso la actual gestión deberá resolver el problema de la deuda dándole sostenibilidad a la misma a partir de una negociación con acreedores privados que se conocerá recién a fines de marzo, según está establecido en el cronograma que proyectó el Ministerio de Hacienda.
Para la consultora Analytica, dirigida por los economistas Rodrigo Álvarez y Ricardo Delgado, el primer año de “la economía albertista” estará signado por la herencia que deja el gobierno anterior, que limita la posibilidad de hacer populismo, y por la necesidad de hacer un ajuste fiscal en medio de la negociación de la deuda tanto con a creedores como con organismos multilaterales.
En ese sentido, destacó que en 2020 la economía dependerá de tres variables claves como el salario; el tipo de cambio y las tarifas. “Las tres funcionarán como anclas de la economía teniendo en cuenta la estrategia del Gobierno para moderar las paritarias y en medio de un congelamiento de las tarifas de servicios públicos y los estrictos controles cambiarios", analizó Delgado.
A su turno, Álvarez consideró que en un escenario base, la economía que caerá entre 2,5% y 3% en 2020, con el consumo retrocediendo entre 3,3% y 3,8%. “El gran desafío de Alberto Fernández es volver a crecer conteniendo la inflación. El 2020 no va a ser un año de crecimiento. Va a ser un año de contracción y de transición para la economía”, destacó. Mientras que agregó que la desinflación solo puede iniciarse a partir de 2021 y volviendo al financiamiento externo.
Cabe recordar que según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de enero, que contempla los pronósticos de 40 participantes entre los cuales se cuentan 25 consultoras y centros de investigación locales, 13 entidades financieras de Argentina y dos analistas extranjeros, en 2020 habrá un nivel general de inflación de 41,7%, mientras que, para 2021, la expectativa de inflación se ubicó en 31,3%.