Mientras el Coronavirus se extiende a través del mundo globalizado, el pánico y la ansiedad viajan aún más rápido a través de la desinformación (disfrazada de información) y el constante bombardeo mediático de noticias.
Se atienden pacientes que no duermen, que no pueden concentrarse en sus trabajos o sus estudios, que no pueden parar de pensar en una muerte inminente, y una larga lista de etcéteras.
Es fundamental mantener una perspectiva racional acerca del peligro que implica el Coronavirus, atendiendo a la seriedad del tema, pero también comprendiendo que preocuparse en exceso por el contagio no garantiza un resultado mejor o distinto. Que lo tengamos más cerca, que lo percibamos como más real, no significa que el peligro sea mayor. Las estadísticas continúan siendo iguales para todos.
La ansiedad nos lleva a sacar conclusiones apresuradas o a creer que podemos adivinar el futuro. Nos lleva a percibir el peligro como mayor de lo que es. Nos lleva a realizar conductas de reaseguro (que nada tienen que ver con las conductas de seguridad recomendadas). Nos hace evitar situaciones sin que haya necesidad de hacerlas.
*Limitá la cantidad de información que consumís.
*Tomate un tiempo libre de internet durante el día para ayudar a calmar la ansiedad.
*Recomendamos intentar conectarnos con las noticias y las redes sociales no más de media hora por día.
*No busques explícitamente noticias acerca del Coronavirus.
*No saques el tema en reuniones con amigos ni colabores con la desinformación en las redes sociales.
*Evitá hablar con gente que aumenta tu ansiedad.
*Usa tu tiempo para divertirte, hacer algo creativo o hablar acerca de otros temas.
Focalizá en las cosas que sí podés controlar
En ese sentido lo único que podés hacer es seguir las instrucciones de seguridad e higiene que ha compartido la OMS. Esa es la mejor manera de cuidarte a vos mismo y a los que te rodean. Acá te dejamos un resumen:
Lavate las manos frecuentemente (o usá alcohol en gel cuando no tengas jabón y agua a mano).
Mantenete alejado de personas que puedan estar enfermas.
Tapate la boca con el codo si tosés o estornudá en un pañuelo descartable (que luego tenés que desechar).
Evitá tocarte la cara.
No uses barbijo a menos que seas profesional, cuidador o estés enfermo.
Reforzá a tu sistema inmune comiendo alimentos saludables, durmiendo lo suficiente y aprendiendo a manejar el estrés.
✔Mantenete ocupado haciendo otras cosas.
Focalizar en tus obligaciones y en actividades divertidas te ayudará a evitar que tus pensamientos se salgan de control y a mantener a raya el nivel de ansiedad.
Podés hacer actividad física, armar rompecabezas o jugar a algún juego de mesa con tu familia, ordenar el placard, hacer manualidades o arreglos en casa, cocinar, leer, mirar una película o serie, dormir una siesta. Lo que quieras o lo que te guste.
✔Respirá
En momentos de ansiedad elevada o pánico, intentá hacer respiraciones profundas o hacer algún ejercicio de meditación guiada.
✔Anotá tus preocupaciones.
Podés llevar un registro o diario de tus preocupaciones como forma de expresar por escrito y procesar tu ansiedad. Es una buena manera de volcar tus emociones, tomar distancia de ellas y poder reestructurar pensamientos distorsionados.
* Dr. Daniel Budeguer - Médico Psiquiatra y Psicoterapeuta - MN 131106 - MP 9302