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El Gobierno de Canadá modificó su regulación para permitir a los médicos que receten heroína, de forma controlada, a pacientes adictos que no respondieron a tratamientos de rehabilitación.
Con esta medida, pretenden que los grandes adictos obtengan la droga sin impurezas, en la dosis adecuada para evitar sobredosis. También se pretende prevenir el contagio de enfermedades como el VIH y la hepatitis mediante el uso supervisado de agujas estériles.
Es la primera vez que se permite la prescripción de heroína en Canadá, aunque ya existía un precedente en la clínica Crosstown de Vancouver, que recibió un permiso especial para suministrar heroína un grupo de adictos en 2005. El resultado es que actualmente gozan de una mejor salud que cuando consumían drogas.