La imagen de Lautaro Martínez no es el patadón que le dio Gómez, tampoco el cabezazo que terminó siendo la jugada del penal, ni mucho menos el testazo que se fue por encima del travesaño. Nada de eso. La imagen del delantero del Inter fue en el banco, golpeando la botella de agua contra la pared y muy caliente por haber salido... Su cara lo decía todo.
“Uno siempre quiere estar dentro del campo, pero el entrenador estaba atento a un golpe que había tenido en el primer tiempo, si de hecho eso me dijo en el entretiempo, pero bueno son decisiones del técnico. Por ahí cuando Paraguay se acomodó un poco y se nos venía encima, quiso poner gente en el mediocampo para poder ir por las bandas y llegar con gente. Ahí entró Ángel (Di María)”, dijo Lautaro. Y agregó:“Yo estaba para seguir. Más allá de la molestia, podía seguir”.
Sin embargo, tras las declaraciones del entrenador, se plantea una contracción debido a que Scaloni avisó que el cambió fue porque“Lautaro no estaba bien". Y agregó: "Continuó porque físicamente es un animal, pero recibió una paralítica muy fuerte en la zona lumbar y estaba preocupado”. ¿En qué quedamos?
Fuente: Olé.