El normal funcionamiento del INTA corre peligro ante el achique presupuestario que viene sufriendo el organismo nacional.
"Hace un par de años que venimos en un proceso de disminución de presupuesto y esta situación implica que hoy no tenemos el dinero mínimo para poder funcionar", señaló Mirna Lazarte, delegada de ATE-Tucumán.
La dirigente comentó que hay agencias que tuvieron que cerrar ante la imposibilidad de poder pagar el alquiler. "Esta situación permite solamente el pago de servicios básicos e impacta en el trabajo cotiadiano", sostuvo.
Denunció que más del 50% de la planta automotor que tienen en Tucumán está paralizada por falta de mantenimiento, sumado a que se dejó sin efecto el programa Pro Huerta. "No podemos atender más alla que alguna asistencia técnica o capacitación", indicó.
Con respecto al personal, dijo que no se registraron despidos aunque la planta se achicó porque utilizaron la estrategia de cubrir un puesto cada dos jubilaciones.
En este aspecto, cuestionó que los nombramientos que se hacen están relacionados a cuestiones políticas.
"Se está hablando de un ingreso en puestos críticos de la institucion, pero también está claro que esa criticidad está más vinculada a acuerdos del gobierno nacional para que ingrese gente de su grupo a esos cargos", denunció.