Marcelo Gallardo empieza a buscarle la vuelta a la salida de Lucas Alario e intentará que le resulte el sistema que estuvo trabajando en Orlando durante la pretemporada con Nacho Scocco como punta definido y varios volantes ofensivos acompañando cerca del área. La prueba será contra Boca el sábado en San Juan, al menos hasta que De La Cruz y el propio Borré puedan superar la etapa de adaptación y preparación.
En los trabajos de esta mañana en el predio de Ezeiza a puertas cerradas los trabajos tácticos mostraron primero a Pity Martínez, Palacios y luego Enzo Pérez, Rojas y Nacho Fernández en los trabajos de gestación y presión, más atrás Ponzio y la línea de fondo con los ingresos de Montiel y Barboza por Moreira y Pinola, junto a Maidana y Casco, con Lux al arco.
Si bien al DT no le gustan las nomenclaturas, el dibujo inicial es un 4-1-4-1 que en retroceso se convierte en un 4-4-2 y en ataque en un 2-3-2-3. Aunque esas son las ubicaciones, el DT pide que en cada sector del campo los nombres roten; así los rivales no tienen referencias de jugadores que pueden aparecer por derecha, por el centro o por izquierda. El equipo viene trabajando eso desde la pretemporada en especial porque primero perdieron a Driussi y ahora se fue Alario, dos bajas muy fuertes, ya que lo mejor de River el semestre pasado tuvo mucho que ver con esa dupla goleadora que anotó 44 goles en toda la temporada oficial desde junio del año pasado cuando empezaron a jugar juntos.
Lo cierto es que el Muñeco tendrá tiempo en este parate por las Eliminatorias para rearmar el equipo y buscarle variantes a la salida de Alario. Especialmente de cara a los cuartos de final de la Libertadores que se juegan el 14 y el 21 de septiembre, ante Wilsterman, primero de visitante y luego de local. En el medio tendrá tres partidos del torneo; de local frente a Banfield, una visita a San Juan para jugar contra San Martín y otro juego ante el Bicho en Núñez. Se viene un septiembre movido para Gallardo.