CURIOSIDADES |

Hoy es "Día del Carnicero"

Es en honor de los profesionales de la carne de nuestra país.

Una profesión que se aprende en el mismo lugar de trabajo y que va de la mano de los ingredientes más importantes en la mesa de los argentinos: la carne.

Esta jornada pretende reconocer a los trabajadores que nos eligen el mejor corte para que forme parte de nuestro menú, para que forme parte de nuestra alimentación y nos diferencie en calidad del resto del mundo. ¿Acaso hay mejor carne que la Argentina? Desde muy temprano, incluso antes de abrir, el carnicero trabaja para ofrecernos la mejor variedad de cortes disponibles en el mostrador, desde las milanesas elaboradas por sus el mismo hasta las tradicionales el asado, pasando por el osobuco para el puchero o la marucha para hacer al horno o en estofado. En la variedad está el gusto.

La historia cuenta que desde los romanos el oficio de carnicero estuvo reglamentado, diversificado y a veces dotado de algunos privilegios. En la edad media europea era un cargo hereditario. En 1096 se creó el primer establecimiento de venta de carne en París (actual Place du Châtelet) de esta forma se inició la casta de la Grande-Boucherie en manos de unas familias determinadas. Los estatutos de 1589, en Francia, obligaron a los carniceros a comercializar la carne justo en el instante en el que se pesaba en balanzas, y no a ojo como se venía haciendo desde un tiempo muy antiguo.

La carnicería es un establecimiento donde se comercializan diferentes tipos de carnes crudas dedicadas al consumo. También se realizan las tareas de procesado finales tales como despiece y el picado de las carnes.

La legislación vigente Argentina habla de carnicería en todos "aquellos establecimientos dedicados a la manipulación, preparación y presentación y, en su caso, almacenamiento de carnes y despojos frescos (refrigerados o congelados), así como, pero sin elaboración propia, de preparados de carne, productos cárnicos y otros productos de origen animal".

El oficio de carnicero no requiere más que tiempo de aprendizaje en el lugar mismo de trabajo. Allí, el maestro carnicero enseña todos los pasos al aprendiz, que quiere perfeccionarse en esta profesión que durante su historia pasó de generación en generación, de padres a hijos y de abuelos a nietos.

fuente diariocastellanos.net

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