La vicepresidenta Gabriela Michetti parece querer ignorar o pasar por alto la delicada situación que atraviesa en la Justicia: haciendo caso omiso a la imputación que pesa sobre ella por el origen del dinero que tenía guardado en su casa, y que derivó en la investigación de las irregularidades de la fundación SUMA, que preside, disertó hoy nada menos que en la XIV Jornada del Grupo de Fundaciones y Empresas.
El Grupo de Fundaciones y Empresas (GDFE), integrada por diversas entidades dedicadas al "bien público", organizó este año su jornada anual en Puerto Madero, en el auditorio YPF, bajo el lema "La nueva Inversión Social: multiactoral, integral y colaborativa".
Pero más allá de esos detalles, aparece al menos como desprolijo -tanto por parte de los organizadores como de la invitada- que una de las disertantes sea justamente la persona cuestionada por los manejos poco claros de su propia fundación: a la Fundación SUMA se la investiga por no presentar balances pese a haber recibido generosas donaciones durante años, por recibir fondos no bancarizados al contrario de lo que indica la ley, por tener empleados no registrados y por pagar sueldos con dinero público.
La sospecha de que los fondos que manejaba la Fundación SUMA eran destinados a actividades ilícitas o al financiamiento de campañas políticas se extendió también a otras fundaciones del universo PRO que están siendo investigadas, como Fundar Justicia y Seguridad (del secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco) o Formar (que dirige el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich).
Incluso la Justicia avanzó sobre la extinta Creer y Crecer, que capitaneaba el polémico intendente de Lanús, Néstor Grindetti, jaqueado también por la investigación sobre los Panamá Papers.