Martín Quipildor, chofer de ómnibus, quiso impedir un robo y recibió un disparo de los delincuentes. Días después falleció en el hospital Padilla. Hoy su familia pide justicia: “No puedo ni hablar... lo único que quiero es que se haga justicia por mi hijo. Estamos desconsolados”, expresó Esther, madre del joven de 29 años.
Quipildor trabajaba en la línea 124. Su familia contó en La Gaceta que estaba muy contento: “Era una buena persona y no merecía lo que le pasó”, se lamentó la madre y agregó: “Este es un momento trágico para nosotros y lleno de dolor”.
El chofer, terminó su trabajo y había dejado el colectivo en el galpón de la empresa. Antes de llegar a su domicilio en San Cayetano observó que delincuentes estaban asaltando a un vecino. Se querían llevar las pertenencias y la motocicleta en la que se movilizaba.
En ese momento, uno de los cuñados de Martín, quien estaba subido a una tapia de la vivienda, la cual se encuentra en construcción; atinó a gritarles “¡alto, policía!”para que estos huyeran.
Segundos después del grito, los asaltantes dispararon contra este hombre, y le pegaron un tiro al portón de la vivienda de Martín; el cual fue atravesado por la bala e impactó en la nuca del joven chofer.