En su mensaje, Francisco pidió que todos realicen "alguna obra de misericordia todos los días o cada dos".
En el mensaje en video dirigido al pueblo argentino, en el que anunció que no viajará en 2017 al país por sus compromisos de viaje del año próximo, Franciscosugirió algunos "deberes" para el Año de la Misericordia.
"Me atrevo a proponerles, como las maestras de antes, los deberes para la casa. Les propongo que en este Año de la Misericordia hagan alguna obra de misericordia todos los días o cada dos días si no pueden todos los días", sostuvo el Papa en el mensaje difundido a través del L'Osservarote Romano.
"No se enojen si yo se las leo para recordárselas. Están las obras de misericordia corporales y las espirituales. En su mayoría, se toman una lista que el Señor hace en las Bienaventuranzas, en Mateo 25, en todo el Evangelio", agregó Francisco. "Son obras concretas de misericordia que si cada uno de nosotros hace una al día o una cada dos días, ¡el bien, el bien, que haremos a nuestro pueblo!", explicó. A continuación, detalló cuáles son los actos de misericordia que pueden realizarse:
Estas serían las siete obras de misericordia corporales:
Visitar a un enfermo, visitar a los enfermos, es una obra de misericordia.
Dar de comer al hambriento. Hay gente que tiene hambre.
Dar de beber al sediento, tiene sed material y espiritual, a veces.
Dar posada al peregrino, es decir, darle lugar al que no tiene casa, al que no tiene techo.
Vestir al desnudo, es decir, que la gente tenga vestido, que no pase frio en invierno.
Visitar a los presos. Tantas veces la Iglesia insiste sobre esto.
Y enterrar a los difuntos.
Y otras siete espirituales:
Enseñar al que no sabe.
Dar un buen consejo al que lo necesita.
Corregir al que se equivoca.
Perdonar al que nos ofende. ¡Qué difícil es perdonar! Todos hoy en el mundo necesitamos perdonar mucho y ser perdonados.
Consolar al que está triste.
Sufrir con paciencia los defectos del prójimo. Hay gente que a veces nos hace perder la paciencia, y sufrir con paciencia sus defectos, es una obra de misericordia.
Y rezar a Dios por los vivos y por los muertos.