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Reabren los templos en Tucumán: Carta a los fieles

A partir de hoy, reabren los templos de la Arquidiócesis de Tucumán. Monseñor Sánchez lo explicó en una carta dirigida a los fieles dónde también se detalla el protocolo a seguir.

Monseñor Carlos Sánchez estuvo en contacto en LV12 anunciando la noticia sobre la reapertura "de todos los templos de la Arquidiócesis de Tucumán", luego de la reunión que mantuvo con el Concejo Presbiteral y los sacerdotes donde definieron el protocolo presentado a las autoridades sanitarias.

El Arzobispo aclaró que "solo se permitirá el ingreso para la oración personal, y que la gente pueda tener su asistencia espiritual" y destacó que "todavía no está permitido ninguna celebración, pero el permiso implica un respiro y algo que la que gente lo reclamaba".

Desde lo espiritual, monseñor hizo referencia que "cada uno de nosotros somos templo del Espíritu Santo y somos lugar del encuentro con Dios, y el hecho de abrir los templos es un signo de esa apertura que debemos tener para encontrarnos con el Señor y los demás, y en estos dos meses la Iglesia estuvo cerrada, pero más viva que nunca en cada rincón de Tucumán por al radio, la televisión, las redes sociales, con la oración, el servicio de caridad a los más necesitados".

"Este tiempo nos ayudó a redescubrir la iglesia doméstica que es la familia", y precisó que "con toda esta experiencia vivida en los últimos meses todos tenemos que volver de una manera distinta, con una Fe crecida porque nos ha hecho madurar este hecho de participar de la celebración desde otro medio".

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Carta a los fieles de la Arquidiócesis de Tucumán.

"Hermanos, alégrense, trabajen para alcanzar la perfección, an/mense unos a otros, vivan en arman/a y en paz. Y entonces, el Dios del amor Y de la paz permanecerá con ustedes" (2Cor.13,11)

Queridos fieles de la Arquidiócesis de Tucumán: Como padre y pastor deseo llegar a ustedes por medio de esta sencilla carta para seguir animándolos a caminar juntos, habiendo celebrado como Iglesia con alegría la Pascua de Resurrección y la Fiesta de Pentecostés.

Después de estos días en los que nos hemos aislado preventivamente para custodiar la vida y la salud de los tucumanos según las indicaciones sanitarias, hemos cerrado los templos, pero la Iglesia ha permanecido abierta de una manera creativa y evangelizadora.

Con mucha alegría, creatividad y generosidad las diversas comunidades han acompañado nuestra vida de fe, acercándose a las situaciones de sufrimiento de nuestro pueblo y haciendo presente la solidaridad efectiva.

Gracias a Dios, partir del miércoles 3 de junio podremos nuevamente abrir los templos para la oración personal y la atención espiritual individual de los fieles, sin celebraciones comunitarias ni reuniones, garantizando todas las medidas sanitarias de distancia, uso del tapabocas, higiene de manos y calzado, sanitización de las superficies que se usan, etc., conforme a un protocolo convenido con las autoridades sanitarias.

Cada sacerdote organizará en su comunidad lo necesario para la apertura de los templos: días, horarios, servicios que se ofrecen; según las posibilidades de la misma comunidad, de acuerdo a lo que establece el protocolo y en diálogo con las autoridades municipales.

Con la conciencia de que tenemos que cuidarnos entre todos, y con una actitud responsable con la sociedad, ruego a todos respetar estrictamente pido las indicaciones del mencionado protocolo. Por lo mismo, pido a las personas mayores de 60 años y en riesgo por enfermedades que se queden en casa esperando el momento oportuno de volver al templo templo.

Se necesitan jóvenes y adultos que se ofrezcan como voluntarios para poder implementar el protocolo sanitario en nuestros templos y distintos servicios. Hagan saber su disponibilidad a su párroco, por favor.

Los sacerdotes vamos a continuar celebrando asistencia la Eucaristía, sin asistencia de fieles y transmitida por los medios de comunicación y redes sociales para que puedan participar desde sus casas.

Quiero pedirles también que sigamos fortaleciendo la experiencia de ser Iglesia doméstica en sus hogares, iluminados por la Palabra de Dios y la oración compartida en familia, junto al altar familiar.

Les recuerdo que sigue vigente, para todos los fieles, la dispensa precepto dominical.

Sepan que cada día están presentes en mis oraciones y en mi corazón de pastor.

Renovando nuestra consagración al Señor de la Salud e invocando la protección de nuestra Madre de la Merced, me despido impartiéndoles la bendición del Señor.

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