Fue la principal promesa de la campaña. Finalmente, el Gobierno cumplió y anunció ayer el levantamiento del cepo cambiario. Lo que, en la práctica, podría traducirse en una devaluación del tipo de cambio oficial de entre 40 y 50% respecto de la cotización de ayer, según las estimaciones que se manejan en el mercado.
"Hoy están dadas las condiciones para levantar el cepo", dijo el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, en una conferencia de prensa que duró más de una hora. "El que quiera comprar dólares lo va a poder hacer, el que quiera exportar lo va a poder hacer sin permiso y el que quiera importar va a poder importar", subrayó.
Según explicó, para unificar el mercado de cambios fue necesario antes eliminar las retenciones al agro y a la industria, cambiar las autoridades en el Banco Central (BCRA), negociar los contratos de dólar a futuro que se habían vendido durante la gestión anterior y conseguir divisas para fortalecer las reservas.
"Necesitábamos un ingreso adicional de 10.000 millones de dólares para levantar las restricciones cambiarias", dijo. "Estamos trabajando en varias vías de financiamiento: bancos extranjeros, cerealeras, empresarios argentinos dispuestos a adelantar inversiones, y hemos tenido buen diálogo con las autoridades del Banco Central chino para transformar los yuanes en dólares. De esos US$ 10.000 millones estamos hablando de entre 15.000 y 25.000 millones de ingreso de divisas en los próximos meses", aseguró.
Las cerealeras ya empezarían a ingresar US$ 400 millones diarios a partir de hoy. Son US$ 2000 millones por semana (que en tres ssemanas llegarían a 6000 millones, dijo el ministro), contra los poco más de US$ 100 millones que liquidaban en la actualidad. El BCRA, por su parte, transformaría de yuanes a dólares 3000 millones de los US$ 10.000 millones que tiene prestados del Banco de China. Mientras que un grupo de bancos extranjeros aportaría unos US$ 8000 millones, que se materializarían "en unos días". El crédito de los bancos, por el cual se pagará una tasa del 7% anual, será garantizado por bonos que recibirá el BCRA en reemplazo de las letras intransferibles que le fue entregando el Tesoro en los últimos años, en forma de pago por las divisas que tomó de las reservas.
Los dólares servirían para contrarrestar la libre demanda de dólares de individuos y empresas. Con cepo, en los últimos días, el Central estaba perdiendo entre US$ 150 millones y US$ 200 millones diarios.
La idea, dijo Prat-Gay, es volver a la situación regulatoria en materia cambiaria que había hasta octubre de 2011, antes de que se estableciera el cepo. En tal sentido, el límite máximo para la compra de dólares será de US$ 2 millones mensuales (contra los US$ 2000 actuales), y ya no habrá que convalidar en la página de la AFIP las operaciones. Quienes no estén bancarizados, también podrán comprar divisas en efectivo, siempre respetando las normas en materia de lavado de dinero. Las compras ya no sufrirán la retención del 20% (caso de dólar ahorro) o del 35% (como en los consumos con tarjeta), como sucedía hasta ayer.
"El cepo consiguió matar la oferta de dólares y no frenar la demanda. Al final del día mató a la gallina de los huevos de oro: los sectores que generan las divisas", dijo Prat-Gay. "Tenemos confianza que con este esquema de reglas de juego van a aparecer los dólares", continuó.
El ministro no quiso develar cuál es el nivel deseado del dólar. Aunque reconoció que el valor "más representativo" está dado hoy por el dólar conocido como "contado con liquidación", que es el que se consigue mediante la compra-venta de activos bursátiles. Ayer, el "contado con liqui" se operaba a $ 14,20 y cerró en $ 14,08.
"No hay número mágico de dólar ni esto es magia. Lo que nos importa es mantener el poder adquisitivo del peso", dijo Prat-Gay, que aclaró que va a haber un régimen de flotación sucia, lo que significa que el BCRA va a intervenir comprando o vendiendo dólares para intentar mantener el tipo de cambio en torno a determinados niveles
En la City, no obstante, la mayoría cree que en los primeros días el dólar podría ubicarse incluso en torno a los $ 15, para luego estabilizarse más abajo, si logra el equipo económico que comiencen a liquidarse más dólares . "No puede quedarse corto con la devaluación, porque el mercado se lo lleva puesto. Un dólar de $ 13 sería demasiado poco", aventuró el jefe de la mesa de dinero de un banco internacional, con la condición de no ser identificado.
Bajo el nuevo esquema, las empresas no tendrían limitaciones para nuevas compras de dólares para la importación ni para el giro de utilidades. A los importadores que tienen operaciones concertadas y que no pudieron ser liquidadas en los últimos meses -según el BCRA, unos US$ 5000 millones- se les ofrecerá un plan de pagos o, caso contrario, un bono en dólares del Tesoro, pero que se suscribirá en pesos (ver aparte). Asi, el Tesoro también retirará pesos del mercado y reduciría la necesidad de que el BCRA emita tantos pesos.
El dilema de los precios
El principal desafío de la nueva administración pasará por contener el traslado de la devaluación a los precios. Prat-Gay explicó que, para ello, se estableció un acuerdo de diálogo con empresarios y sindicatos, y además advirtió a los empresarios que remarquen sus precios más allá de los vigentes al 30 de noviembre pasado.
"No vamos con la estrategia de extorsión de Moreno, pero tampoco con la ley de la selva", reiteró el ministro un concepto que había expresado en las primeras entrevistas con los diarios. "Si alguno de esos precios se modificó pensando que el dólar iba a ir al pronóstico de Daniel Scioli [en referencia a las advertencias que había formulado en campaña], esos precios se tendrán que corregir", alertó.
Prat-Gay también espera que el excedente de pesos que existe en la economía no presione demás sobre los precios. "Si ponemos en marcha la economía, ese volver a andar va a generar una demanda de pesos que hoy no tiene adónde ir porque la economía está estancada", aseguró el ministro.