El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, denunció el hallazgo de cuatro millones dosis de vacunas vencidas que no se repartieron en un frigorífico del barrio porteño de Constitución, por un valor de 1.400 millones de pesos. Por esto responsabilizó al gobierno de Mauricio Macri, y planteó que "desde el punto de vista sanitario es repugnante". ¿Qué pasó con esas vacunas en Tucumán?.
Ricardo Cortez, titular del Departamento de Inmunología del Siprosa fue consultado por el tema. "Lo que informan es que son 2.200.000 dosis de vacunas antigripales que se compraron en 2017 para ser utilizadas en 2018. Después se encontró, lo que llama la atención, 600 mil dosis de vacuna triple bacteriana acelular, esta vacuna protege contra difteria, tétanos y tos convulsa y se aplica a embarazadas a las 20 semanas de gestación y también a los niños de 11 años de edad", comenzó diciendo en diálogo con LV12. Sobre la triple bacteriana acelular, Cortez dijo: "hubo faltante de esta vacuna con respecto a dosis necesarias en la provincia en algún momento".
Además, el profesional dijo que también llama la atención es que había vacunas vencidas del 2015. "Todo esto lleva un gasto extra de almacenamiento", sostuvo. Y agregó que sumado a la destrucción, representan 19 millones de pesos de gastos.Cortez aseguró que "puede pasar que compren en Nación dosis de algunas vacunas y que por alguna razón no se las sutilice. Por ejemplo nosotros tuvimos un cambio de calendario de vacunación en mayo. Hasta mayo se utilizó la vacuna Sabin, pero a partir de mayo ingresó la vacuna Salk. Eso sí explica que de pronto hay vacunas que pueden haber quedado. En general debería haber una buena planificación de las vacunas".
Para Cortez, si no se las usaba a las vacunas y estaban vencidas se tendrían que haber descartado rápidamente. "Es un trabajo entre la provincias y la Nación de planificación", concluyó.
Mientras tanto, el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, al ser consultado si presentarán una denuncia, dijo: "yo no soy un denunciador, pero como funcionario lo que hago es testimoniar lo que pasa, que los organismos competentes constaten esto, y que decidan si amerita o no. Pero más allá de que sea o no sea judiciable, me parece que desde el punto de vista sanitario es repugnante".