La pérdida del cabello es una de las consecuencias que más afectan al ánimo de los enfermos de cáncer.
SALUD |
"Cuando me diagnosticaron cáncer, lo peor que me podía pasar era quedar pelada a los 27 años. Antes comenzar la quimioterapia me enteré que en Buenos Aires una chica había creado unos cascos con geles fríos para conservar el pelo", explicó Ana Fontdevila en LV12.
"Con un grupo de amigas decidimos ayudar a las chicas para que puedan usar estos cascos y conserven su pelo".
"Tenemos un banco de cascos y los prestamos a las chicas que lo necesitan", agregó.
"Pude hacer mi vida con normalidad dentro de lo posible. La gente no me miraba con lástima y no creía que hacía quimio porque me veían con pelo. No es solo una cuestión estética, demuestra que estamos enfermas".
Los cascos frios consisten, en enfriar geles, armarlos como un casco para que cubra todo el cuero cabelludo y se usan antes, durante y después de cada sesión de quimioterapia.