Como se sabe, la vacuna de Pfizer necesita para su transporte y conservación super congeladores que escasean a nivel mundial, con precios que en Europa oscilan en los 8.000 euros la unidad. Por encima de esas temperaturas requeridas, el ARN se degrada y es por ello que hace falta congelar las enzimas que producen la degradación.
Según explicó este viernes Albert Bourla, presidente del laboratorio farmacéutico, está en desarrollo "otra fórmula, muy mejorada, en que la vacuna que proveeremos ya estará diluida y preparada para ser utilizada", que estaría lista para mediados del corriente año.
La nueva versión podrá conservarse durante dos o tres meses a una temperatura de entre 2ºC y 8ºC, y dos o tres meses más en un congelador clásico. "Esperamos que esté disponible para este verano (boreal)", sostuvo a la agencia de noticias AFP.
Lo que estudian es la posibilidad de "alargar su conservación en un frigorífico durante ese periodo en que se puede sacar la vacuna de un supercongelador, a -70ºC, y almacenarla en uno convencional, a -20ºC, que actualmente este periodo es de dos semanas".
Bourla explicó que, por el momento, en el mundo tienen "tres centros de producción: uno en Estados Unidos y dos en Europa con una capacidad muy superior. En total, deberíamos ser capaces de producir 2.500 millones de dosis este año y superar los 3.000 millones a partir del año que viene", concluyó.