El presidente Alberto Fernández afirmó que "se ha instaurado un sistema de clara persecución" contra la dirigente social Milagro Sala, a quien visitó en la mañana del miércoles en la clínica privada de la capital de la provincia de Jujuy, donde se encuentra internada desde el lunes.
"Lo he plantado una y mil veces desde que empezó la persecución. Ninguna sociedad funciona bien sin un estado de derecho que respete los derechos humanos. Prolongar detenciones preventivas es una forma de violar los derechos humanos", advirtió el Presidente en rueda de prensa en la clínica donde está internada, donde precisó que su evolución es "buena".
En ese marco, pidió a los tribunales de Jujuy y a la Corte Suprema de Justicia de la Nación que "empiecen a enmendar las barrabasadas que se hicieron" alrededor de la situación judicial de Milagro Sala.
"Es un caso paradigmático en Argentina. Lo que le ocurre a Milagro no quiero que le ocurra a ningún argentino. No estoy pidiendo por su inocencia sino que estoy pidiendo el juzgamiento respetando las leyes argentinas, que los juicios se hagan sin presiones políticas, sin intencionalidades persecutorias, solo con el debido proceso", dijo Fernández, quien viajó a la provincia acompañado por Gabriela Cerruti, Julio Vitobello, Ricardo Forster, Horacio Pietragalla Corti y Eduardo Valdés.
Esta mañana se dio a conocer un parte médico sobre la salud de la dirigente social en el que se informó que se encuentra internada desde el lunes 27 en la unidad coronaria de clínica Los Lapachos.
La activista ingresó el lunes último al sanatorio privado "Los Lapachos", de San Salvador de Jujuy, con un cuadro de "trombosis venosa profunda" luego de que se le practicaran estudios de rutina debido a un dolor que le aquejaba en su rodilla izquierda.
Los abogados defensores de la dirigente social informaron que, desde ese momento, Sala fue traslada a la unidad de terapia coronaria, “para ser compensada y recibir el tratamiento necesario para la trombosis”.
Según informaron, la dirigente social "se encuentra custodiada por dos agentes de la policía, una mujer y un hombre, en la puerta de ingreso a la UCO/UTI y un tercer agente femenino, al lado de su cama, exhibiendo ostensiblemente la portación de su arma reglamentaria”.