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El sentido de pertenencia acorta distancias entre Tucumán y la Antártida

Daiana Faversani, nacida en Banda del Río Sali, fue la primera mujer técnica en la Base Marambio. "Si tuviera la posibilidad volvería a la Antártida", asegura.

En la lejanía, el sentimiento por la Patria se potencia y se hace más fuerte. Este año se cumplieron 117 años de permanencia ininterrumpida de la República Argentina en la Antártida. Desde el 22 de febrero de 1904 flamea la bandera argentina en la isla Laurie, al ser inaugurada la actual Base Orcadas.

Ubicado a 1000 kilómetros de Tierra del Fuego y a 3800 de África, la Antártida es el territorio más frío, más ventoso y con mayor altura media del planeta. Allí se almacenan en forma de hielo más de las tres cuartas partes del agua dulce existente en la tierra.

La Argentina administra trece 13 bases en la Antártida, seis permanentes (operativas todo el año) y las siete restantes son temporarias (operativas sólo en verano). De ellas, dos son administradas directamente por la Cancillería: Carlini (permanente, ex base Jubany) y Brown (temporaria). Las demás bases son administradas por el Comando Conjunto Antártico (Ministerio de Defensa). Ellas son Base Orcadas, Base Marambio, Base Esperanza, Base San Martín y Base Belgrano II (permanentes); y las bases temporarias Melchior, Decepción, Cámara, Primavera, Petrel y Matienzo.

Desde el norte hacia la Antártida

Daiana Faversani, tucumana nacida en la ciudad de Banda del Río Salí, tenía un sueño. Y la vida le dio la posibilidad de concretarlo. Se convirtió en la primera mujer técnica de la Base Marambio en la Antártida Argentina. "Los recuerdos y experiencias que uno tiene en la Antártida son muchas. Todas fueron para mi positivas, muy buenas. Yo cuando comencé con la iniciativa de querer ir a la Antártida era por una meta, por un objetivo de vida. También incluía una experiencia laboral grande", confiesa en diálogo con LV12 Web.

"A mi me tocó una dotación con un grupo de personas excelentes, la verdad que me hicieron un año muy fácil", cuenta Daiana sobre su paso por suelo antártico en 2018. Y no duda en describir como "saltar diez escalones a la vez" el aprendizaje adquirido en ese tiempo. "La verdad que se aprende muchísimo, día a día", asegura la tucumana.
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Daiana, tucumana, recuerda con emoción su paso por la Base Marambio.

Daiana, tucumana, recuerda con emoción su paso por la Base Marambio.

En la Base Marambio, la tucumana se desempeñaba como técnica. "Nuestra misión principal era mantener activos todos los equipos que teníamos a cargo (vía satelital y de radio)". El rol era muy importante ya que también eran los responsables del servicio de internet que permitía establecer contacto con los familiares en el continente de toda la dotación.

Daiana, relata también que se encargaban del mantenimiento de los equipos de radio en Marambio que también posibilitaba mantener el vínculo permanente con las otras bases antárticas. Otro punto central en la Base Marambio era la tarea en la recepción del avión Hércules que traía los víveres y hacía el cambio de personal. El mantenimiento de los equipos de radioayuda era otra faena que debía realizar Daiana. Esos aparatos eran utilizados por todas las aeronaves, más que nada las que participaban durante el tiempo de descarga, y también del Sistema de Armas Twin Otter.

"Es muy importante el rol que cumple el técnico en la base. Para nosotros, era estar constantemente trabajando durante toda la campaña porque dependían mucho de nuestro mantenimiento" , no duda en aseverar la joven tucumana, oriunda de la Banda del Río Salí.

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La tucumana fue la primera técnica mujer en la Base Marambio.

La tucumana fue la primera técnica mujer en la Base Marambio.

El papel fundamental que juega la Antártida

Cada día 22 de febrero, Daiana siente algo especial: "el hecho de haber pertenecido, y de sentir que uno sigue perteneciendo a ese lugar único, a uno le llena el corazón de emociones por los recuerdos y experiencias vividas".

Daiana mencionó que muchas veces existe un desconocimiento sobre la función que desempeñan muchos argentinos en la Antártida. Y destacó que se está promoviendo una ley, en donde muchas provincias participan, que consiste que en todos los establecimientos escolares reconozcan esta fecha con actos alusivos y el izamiento de la bandera. Y como el calendario escolar el 22 de febrero está de receso, la idea es que cada 21 de junio se realicen ceremonias en las escuelas ya que ese día se conmemora la Confraternidad Antártica. "La finalidad que tiene esta ley es tomar conciencia de la importancia que tiene la presencia de nuestro país sobre territorio antártico y reconocer el trabajo del personal en las distintas bases", sostiene la tucumana.

La Antártida abre sus puertas a muchas mujeres

"Son muchas mujeres que pasaron en la Antártida cumpliendo distintas funciones", comenta la joven. Y rescató que en la dotación hay un trato de compañerismo constante. "No he sentido ningún tipo de discriminación. Es un mundo muy distinto donde uno se siente cómodo y puede trabajar tranquilamente", asegura.

Sobre el final, Daiana responde a la consulta si volvería a la Antártida. La respuesta de la tucumana es contundente: "obviamente, si volvería. Uno siempre quiere volver a vivirlo. Uno siente muchas ganas de querer volver. Si tuviera la posibilidad volvería".

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La mujeres dicen presente en la Base Marambio.

La mujeres dicen presente en la Base Marambio.

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