El Investigador y Licenciado en Sociología Santiago Poy, del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA) presentó el documento estadístico: “Efectos de la pandemia COVID-19 sobre la dinámica del trabajo en la Argentina urbana. Una mirada crítica sobre el impacto heterogéneo del actual escenario tras una década de estancamiento económico”.
"A partir de los datos que relevamos en el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, el documento muestra un escenario fragmentado en el mercado de trabajo. Muy marcado por el aumento de las desigualdades sociales en el mercado de trabajo", inicia diciendo el licenciado en comunicación con LV12 Radio Independencia.
"Hay algunos elementos sobresalientes de lo que muestra el informe: uno tiene que ver con un aumento del desempleo que es algo conocido por todos, pero lo que el informe también muestra es que hubo un impacto muy grande de la población que salió del mercado de trabajo que provocó una especie de amortiguación del efecto observado en la tasa de desempleo", continúa uno de los artífices de la investigación.
Y agrega: "Se observa una tasa de desempleo del 13,9%. Alrededor de 3 puntos más que el año anterior. Ese leve aumento del desempleo se explica en gran medida porque una parte del mercado de trabajo perdió sus empleos como resultado de la pandemia. En vez de ir a buscar trabajo, fueron a parar a lo que sería la inactividad. Salen de la actividad económica a la espera de que la situación se reactive. Ese es uno de los datos"
El otro dato que se ha mostrado, bastante importante, es que de los ocupados, alrededor de 3 de cada 10 viven en hogares pobres. Lo que muestra las limitaciones que tiene hoy el empleo para superar la pobreza.
"Nosotros hemos constatado que ha habido un mayor gasto por parte del Estado destinado a compensar de alguna forma las medidas de aislamiento. Hoy lo que se discute es la posibilidad de que cumplan los confinamientos está absolutamente ligada a que la población se pueda quedar en la casa. Para quedarse en la casa, tiene que tener ingresos. Porque sino no se puede costear el confinamiento"
"Eso es una discusión mundial. Sobre todo en América Latina, donde no tenemos mecanismos estables o institucionalizados de seguro de desempleo de gran escala. Es decir, la gente que trabaja en la actividad informal, si cumple el confinamiento, no tiene ingresos", dice el especialista.
El año pasado se realizaron medidas importantes como el IFE. En Argentina, el 50 por ciento del mercado de trabajo, es informal. No está alcanzado por las regulaciones de la formalidad.
"La película es una película larga. Cualquiera se da cuenta que Argentina no entró en crisis en el año de la pandemia. Nosotros estamos registrando una caída entre 2017 y el 2020 del 18,8 por ciento de los ingresos laborales. La reducción en el año 2020 fue en torno al 7 por ciento, en términos reales. Tenemos una caída del poder adquisitivo importante", indica el investigador.
"En el año de la pandemia se produce este efecto un poco paradójico que es que no observamos una caída tan grande en los ingresos laborales porque la población que mantuvo ingresos es la que se pudo mantener ocupada", explica Santiago Poy.
"Por eso es necesario mirar todos los indicadores en simultáneo, el aumento del desempleo, el aumento de la inactividad y una caída en los ingresos laborales. El año pasado aumentó fuerte el desempleo en la población joven", concluyó