"Esta situación de pandemia nos ha desconcertado, hemos experimentado el dolor, el sufrimiento, la amenaza, la fragilidad, el peligro hasta el límite de la muerte. Además se han visualizado y puesto al descubierto con mayor evidencia otras tantas enfermedades sociales de nuestra patria: la falta de respeto por la vida en todas sus etapas y circunstancias, la prepotencia, las divisiones, las injusticias, las desigualdades, la indiferencia, la corrupción; que agravan la estructural y extrema pobreza de muchos hermanos; la violencia, los homicidios, suicidios y abortos, las adicciones y la falta de oportunidades de educación y trabajo digno", sostuvo el prelado ante la presencia del vicegobernador, Osvaldo Jaldo, a cargo del Poder Ejecutivo.
"No nos dejemos robar la esperanza, dios está de nuestro lado", sostuvo el arzobispo.
Además, recordó la gesta de 1812 y el papel de la Virgen de la Merced. "En 1812 el enemigo era más poderoso, pero dejando de lado el egoísmo y la ambición, pusieron todos sus bienes, sus fuerzas y hasta su propia vida por el ideal de libertad", afirmó.
Y cerró: "Belgrano supo escuchar al pueblo tucumano, no fue un desobediente, sino que fue obediente al clamor del pueblo".