En un partido friccionado y por momentos disputado en la mitad de cancha, Patronato terminó mejor parado que Atlanta. Con orden táctico, un doble cinco con oficio de marca, el Rojinegro consiguió un mejor parado táctico, aunque, como suele pasar, no justificó lo que generó.
Con Rueda y Marcioni desbordando constantemente, Patrón llegó con peligro al arco de Rago, aunque tomó malas decisiones: centro al primer palo cuando Marcioni llegó por atrás, el propio Julián equivocó los caminos al tardar mucho en buscar un centro y Bonansea no se animó desde afuera.
Por una lesión, Gabriel Gómez debió modificar la zona media. Salió Navas, ingresó Pereyra, Rueda de “falso lateral”. Así y todo, el Negro logró tener las más claras cuando el Bohemio exigió. A los 37, Echeverría ganó de cabeza dentro del área tras una pelota parada y en la única que se lo exigió, Juan Pablo Mazza, el debutante con la camiseta N°1, respondió con una buena atajada sobre el ángulo inferior del palo izquierdo. En contrapartida, a los 44, Bonansea salió lejos, le generó el espacio a Pereyra que desbordó y encontró, en cercanías al punto penal a Castro que en su remate no logró vencer a Rago, bien parado.
Patronato terminó mejor parado, jugó “mejor” que su rival, lo complicó, no lo dejó moverse tranquilo, llegó, pero, como le ha pasado en varios cotejos, no lo justificó en el resultado al final de la primera etapa.
SE LO LLEVÓ PUESTO
A diferencias de la primera mitad, Patrón tuvo un flojo complemento, desde el minuto cero hasta promediando el complemento fue todo de Atlanta, que hizo figura a Juan Pablo Mazza, el arquero de Patrón que tapó varios remates peligrosos.
El Bohemio presionó alto, robó pelotas en campo rival y atacó constantemente los tres palos Santos. Patrón, solo un remate de Marcioni desde lejos que pasó muy cerca. Después de cinco chances y remates peligrosos, el local llegó a la ventaja, Medina saltó más alto que Rueda y de cabeza venció al arquero tandilense.
Patronato tardó en reaccionar y volver a meterse en partido, con displicencias, siguió sufriendo y Mazza revolcándose, con un detalle. Atlanta nunca cerró el partido y le dio vida al Negro, que terminó, con pocas armas, llevándose puesto al puntero de la Zona A.
En el final, Juan Barinaga intentó un gol olímpico que terminó despejando Rago. En la misma jugada, ya en tiempo adicionado, Bonansea se vistió de guerrero, se llevó a su defensor y compañero puestos, saltó más alto, la pelota le quedó boyando y, con un toque sutil, venció al arquero para darle un buen punto a Patronato.
No fue una parada sencilla para el Negro, que sufrió más de lo esperado, que le costó y que encontró en los pies de uno de sus goleadores la ventana a la suma de unidades para, de alguna manera, intentar no caer en la burbuja en la que estuvo siete fechas atrás, de la derrota. Un elenco que volvió a ser largo, con malas decisiones tomadas en los últimos metros, pero que rescató un empate que le permite respirar y, de alguna manera, no caer más abajo en la tabla.