En la audiencia, se leyó el requerimiento de elevación a juicio de la causa, según el cual entre el 13 y el 14 de febrero de 2012, en horario nocturno, en la vivienda ubicada en Inca Garcilaso al 300, se encontraban Marcela Chiaro y Luis Corral, con quien convivía desde hacía siete años, y la hija de ambos, de dos años.
De acuerdo a la causa, tanto Corral como Paola Castro (señalada como amante) son los responsables del crimen de Marcela Chiaro. De acuerdo a la investigación, los imputados trasladaron a la víctima hasta un departamento de avenida Alem al 1200 donde causaron la muerte de Chiaro.
Después de haber cometido el crimen, Corral y Castro retiraron el cadáver del departamento y lo trasladaron a unas plantaciones de caña en El Castoral, a 300 metros al oeste de la ruta 306, en Leales, siendo recién encontrados los restos óseos de la mujer asesinada el 14 de junio de 2012.
Según la acusación, la muerte de Chiaro fue ejecutada por ambos de manera premeditada, aprovechándose del estado de indefensión en que se encontraba la víctima, superada en número y en fuerza, impedida de ofrecer resistencia suficiente.
Todo ello, motivado por la relación sentimental que Corral mantenía con Castro, con quien había tenido un hijo y con quien tenía el propósito de irse a vivir.
La declaración de una testigo
En la audiencia, también prestó declaración Rosana Chiaro, hermana de Marcela, quien aportó detalles de lo que conocía sobre la relación entre la víctima y el veterinario. La testigo respondió a las preguntas de la fiscal Marta Jerez, quien interviene en el debate en representación del Ministerio Fiscal.
Finalizado el interrogatorio, los jueces Wendy Kassar, Maria Fernanda Bahler y Patricio Prado, dispusieron que el debate prosiga mañana, jueves 18 de noviembre, con más testimonios.