De acuerdo con los datos del estudio, un hogar conformado por dos adultos y dos chicos en edad escolar requirió puntualmente $2.027.283 para llegar a fin de mes. En detalle, solo la canasta alimentaria mínima trepó a $691.887, lo que grafica el impacto del alza de precios en los consumos esenciales.
La caída salarial
El documento - titulado “¿Cuál debería ser nuestro salario como mínimo?” - denunció una pérdida histórica del 54,8% en el poder de compra de los salarios estatales desde diciembre de 2015. La comparación interna lo explica de forma directa: si el sueldo de referencia del SINEP se hubiera actualizado al ritmo de la inflación, hoy debería ubicarse en $1.417.335. Sin embargo, el salario real es de $636.289.
El deterioro se acentuó en los últimos meses. El documento detalló que, desde la llegada de La Libertad Avanza al Gobierno, la inflación acumulada llegó al 241% y la pérdida de poder adquisitivo trepó al 28,25%.
Para los monotributistas, el panorama es todavía más severo: llevan más de un año con ingresos congelados y arrastran un faltante equivalente a $5.368.253 no recuperados.
Las exigencias del sector estatal
Frente a este escenario, y bajo el diagnóstico de que “no hay margen para más pérdida salarial”, ATE INDEC planteó una serie de exigencias al Ejecutivo:
Aumento de emergencia del 118% en un solo tramo.
Bono mensual de $250.000 para todo el personal estatal.
Reapertura inmediata de la negociación paritaria y sin topes.
Pase a planta permanente, sin recortes y con la garantía de que ningún trabajador quede por debajo de la línea de pobreza.