Boca se despidió del Mundial de Clubes con un papelón histórico: no pudo ganarle a Auckland City, un equipo conformado por futbolistas amateurs. El objetivo inicial era golear y esperar una derrota con Benfica (que ganó 1 a 0), pero el Xeneize nunca le encontró la vuelta a un rival que se cerró bien en defensa y expuso las enormes limitaciones de los dirigidos por Miguel Ángel Russo.
Boca, eliminado, empató 1-1 ante el Auckland City
Boca no pasó del empate ante Auckland City y cerró su participación en el Mundial de Clubes sin una victoria en tres encuentros.