Durante la primera mitad, los gritos de “¡ole!” bajaron de las tribunas en reiteradas ocasiones, producto de la continua posesión de la pelota que supo tener el combinado argentino durante amplios tramos del encuentro. La Verdeamarela observaba de un lado al otro. Una actitud que el histórico defensor de 41 años no toleró.
“¡Brasil tiene que presionar!“, exclamó Felipe Melo, grabándose a sí mismo mientras observaba el partido con una camiseta de la Canarinha. Y visiblemente fastidioso, siguió: “Brasil necesita eso para empatar el partido“.
Incluso, para justificar su reproche, ejemplificó: “Miren, Matheus Cunha fue, presionó, robó el balón y marcó. ¡Brasil tiene que presionar!“. Sus dichos eran en referencia al descuento del conjunto visitante, jugada generada a partir de una pérdida de Cristian Romero durante una salida del fondo, luego de verse ahogado por el delantero del Wolverhampton de Inglaterra.
Una vez terminado el encuentro, publicó otro video más en donde felicitó a la Argentina, pero se lamentó por la actuación del combinado de su país: “A los hermanos, enhorabuena gran partido, gran partido. Fue 4 a 1 pero podrían haber ganado por más, podrían haber hecho más goles, una diferencia increíble entre los dos equipos. Un equipo muy entrenador, jugadores que se conocen, que quieren jugar, pelearon cada centímetro del campo y otro equipo que… Difícil hablar. Hicieron un grandísimo partido”.
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Los gestos de Otamendi y Paredes a los jugadores de Brasil
A los 38 minutos del primer tiempo, el partido subió la temperatura tras una tensa riña entre los jugadores. Raphina empujó a Nicolás Tagliafico luego de recibir una falta y despertó la furia de todo el seleccionado argentino. Especialmente en Nicolás Otamendi, quien se dirigió hacia el delantero del Barcelona y delante suyo gesticuló con su mano, haciendo referencia a que habla mucho. Mientras lo realizaba, acompañó con la frase “hablá menos”.
Esto guarda relación con las declaraciones del brasileño en la previa del encuentro. “Vamos a darles una paliza“, fue la frase más contundente que había soltado. Ahora, con el resultado a su favor, los jugadores argentinos decidieron responderle dentro de la cancha.
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En la misma sintonía que Otamendi, quien también gesticuló en medio de los empujones y segundos de furia fue Leandro Paredes. El volante eligió como víctima a Rodrygo, delantero del Real Madrid, a quien en este caso le recordó que en su vitrina posee dos Copas Américas y una Copa del Mundo, mientras él no tiene en su haber títulos con el seleccionado.
