Luego de un largo debate en ambas Cámaras, de cinco horas, el peronismo logró aprobar en el Congreso sus proyectos de repudio al “golpe de Estado” en Bolivia. Tanto en Diputados como en el Senado, los documentos no fueron acompañados por Cambiemos. En el la Cámara alta, el PRO votó en contra y la UCR se abstuvo, mientras que en la Cámara baja todo el oficialismo se abstuvo con excepción de Daniel Lipovetzky, que votó a a favor del texto del PJ.
En Diputados la votación fue a mano alzada, lo que impidió contabilizar con exactitud el número de abstenciones. En el Senado, se realizó con tablero electrónico.
Los bloques del PJ y del oficialismo nunca pudieron llegar a un acuerdo entre los dos proyectos presentados. La disidencia se palpó desde un principio. Si bien horas antes el interbloque de Cambiemos había hecho público un proyecto de resolución en el que diferenciaba su postura de la Casa Rosada, luego, a la hora de debatir, decidió no dar quórum por desacuerdos con el Frente de Todos.
No solo por la cuestión “semántica”, como resaltaron algunos legisladores de la UCR para enfatizar o no en si la salida de Evo Morales fue o no “un golpe de Estado”. Incluso Mario Negri lo mencionó en su discurso de cierre. El oficialismo quería acordar una iniciativa que diera cuenta de las irregularidades en torno al proceso electoral, denunciadas por la OEA, como plasmó Cambiemos en el proyecto presentado.
“Hay que mirar la película completa. Elecciones libres, sin trampa y sin fraude”, remarcó el diputado cordobés en el cierre. Agustín Rossi aprovechó su discurso para subrayar que todos los diputados que tomaron la palabra habían hablado de “golpe de Estado".
En la previa, el PJ había logrado juntar los 129 diputados necesarios para dar inicio a la sesión. Recién ahí empezaron a aparecer los primeros legisladores de Cambiemos. Se hizó la bandera y se cantó el himno. Y Emilio Monzó, titular de la Cámara baja, llamó a un cuarto intermedio para definir cómo se desarrollaría el debate.
En esa reunión se decidió que habría tres proyectos en discusión: el del PJ, el de Cambiemos y el de Evolución, el bloque que lidera Martín Lousteau, de viaje por Mendoza. Fuentes de Evolución explicaron a este medio después de la sesión, entrada la noche, que la presentación del texto buscó destrabar las negociaciones entre el peronismo y el oficialismo.
El único diputado del oficialismo que apareció y merodeó su banca tras la sesión de las 14 en la que se proclamó a la fórmula ganadora en las elecciones fue Lipovetzky. Conversó con varios de sus colegas y fue invitado a dar quórum por parte del Frente de Todos, pero al final no se sentó en su banca y se retiró del recinto. Desde el PJ lo llamaban a los gritos y entre risas.
Senado
La Cámara de Senadores aprobó este miércoles el proyecto de repudio al “golpe de Estado” perpetrado en Bolivia que fue presentado por el peronismo luego de que la votación tuviera 29 votos positivos, 6 negativos y 6 abstenciones.
El documento tuvo el rechazo del PRO y la abstención del radicalismo, que había solicitado al peronismo consensuar un único proyecto para votarlo por unanimidad Las posturas eran encontradas por lo que fue imposible llegar a un punto de acuerdo.
“La actitud de los militares bolivianos ha sido de sedición, que en algún momento la democracia de Bolivia tendrá que juzgar, nadie puede interrumpir un mandato ni pedirle a un presidente electo que renuncie”, aseguró el presidente del bloque justicialista, Carlos Caserio, durante la sesión.
Una postura diferente tomó el senador radical Julio Cobos, quien aseguró que “en este afán de respetar la voluntad popular también tenemos que respetar la voluntad popular de los procesos eleccionarios y me parece que todo este conflicto se origina en Bolivia por algo que quizás contagia a algunos presidentes de eternizarse en los cargos”.