La conductora Carmen Barbieri reveló detalles acerca de la enfermedad de su hijo y conmovió a todos en la mesa de Mirtha Legrand.
Carmen Barbieri fue una de las invitadas de lujo que tuvo La Noche de Mirtha y emocionó a todos en la mesa al recordar el duro tratamiento que tuvo que hacer frente al cáncer de colon su hijo, Federico Bal y como este salió adelante sin tener miedo a la muerte.
Este sábado 9 de octubre el clásico programa de la 'Chiqui' se llenó de famosos de primerísimo nivel. Entre ellos Osvaldo Laport, Claudio Zuchovicki, Iliana Calabró y Carmen Barbieri, quien entre otras cuestiones, hizo referencia a la situación que atravesó junto a Fede Bal al enterarse que padecía cáncer y el tratamiento que debía realizar para curarse.
"Cuando me enteré que mi hijo Federico tenía cáncer y que tenía que empezar un tratamiento de quimioterapia y rayos, agarré una máquina y me rapé toda. A él no se le cayó un pelo y yo me quedé pelada, ja", comenzó contando en la mesa una de las grandes artistas que tiene el país.
Carmen, además, aportó información acerca de como atravesó esos momentos y como se aferró a la creencia en Dios y en la propia ciencia para que Fede pudiera salir adelante: "A partir de que se repuso, creo en los milagros, en los médicos y alguien supremo que manejó esas manos. Principalmente al doctor Luis Caro que se ocupa del cáncer de colon".
"Pasaron siete meses, me tocó el timbre (yo sabía que Fede iba a ir a buscar los estudios), salí con una bata y barbijo, parecía Mamá Cora. Y me dice: 'Estoy sano. Voy a seguir siendo un paciente oncológico, pero no hay nada. Ni siquiera el tumor está en la cavidad, ni una marca. No lo pueden creer'", comentó Carmen respecto de la milagrosa recuperación que tuvo Fede.
Por último, agradeció a todos lo que hicieron cadena de oración y rezaron para que el actor pudiera salir adelante: "Hubo millones de cadenas. Les quiero agradecer a los Médicos del Cielo, a mis amigas, al padre Ignacio de Rosario que fue y le dijo a Sofía que lo bañemos en barro y ajo". Y añadió: "Cada vez que Fede se hacía el tratamiento cerraba los ojos y veía al padre llevando a un ejercito atrás para luchar contra ese tumor. Y salió adelante".
