El licenciado Roberto González Marchetti habló en LV12 sobre suicidio, las señales de la muerte asistida y las formas de prevención y concientización.
Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Prevención del Suicidio (DMPS), un día organizado por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y respaldado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este año, bajo el lema "Cambiemos la narrativa para evitar el suicidio", se busca inspirar a individuos, comunidades, organizaciones y gobiernos a entablar debates abiertos y sinceros sobre el suicidio y la conducta suicida.
En este contexto, LV12 Radio Independencia se comunicó con Roberto González Marchetti, expresidente de Colegio de Psicólogos de Tucumán y presidente de Feput ( Federación de Profesionales de Tucumán): "Hoy se conmemora teniendo en cuenta que es una de las problemáticas más frecuentes y sobre todo ahora nos obliga a todos a participar desde lo multisectorial porque ya no solamente debe ser abordado desde la salud sino desde la participación de todas las fuerzas vivas, la misma familia, las personas, para poder hablar, eliminar la estigmatización de las personas que puedan estar padeciendo alguna dificultad, alguna problemática y que pueden llegar a recurrir a este tipo de conducta, como también que la misma población vaya detectando ciertas alarmas".
El licenciado explicó que es importante conocer que un suicidio puede ser multifactorial, es decir, que pueden haber diferentes factores culturales, crisis económicas, personas vinculadas a sectas y otros, "que pueden llevar a este tipo de prácticas" y "promover este tipo de muerte asistida".
De esta manera, remarcó la importancia del desafío de escuchar a la persona que se encuentra en esta situación, ser comprensivos, no criticar y estar en alerta para poder "actuar de manera oportuna hasta que se logre insertar en una atención profesional".
"Se debe tener una escucha comprensiva, poder hablar de estos temas con la seriedad y el respeto necesario, no prejuzgar a las personas, mostrarnos dispuestos a ayudarlos, involucrarnos. Es un tema que se debe hablar porque las consecuencias son graves. Hoy en día poder prevenir desde la concientización implica cambiar la narrativa", destacó.
El profesional indicó que la estigmatización y discriminación en las personas con un cuadro psicológico como la depresión es algo que debe revertirse, ya que no todas las personas tenemos la misma "capacidad de regulación emocional". Esto quiere decir que dos personas con un mismo problema, más allá de tener una red de contención externa, no les permitirá "resolver ciertos conflictos" de la misma manera, es decir, en algunos casos ciertas estrategias pueden servir y en otros, no, por lo que "cada uno tiene una estrategia de afrontamiento y, por ahí, el hecho de estigmatizar o comparar, no ayuda".
Esto, dice, debe ser cambiado por "frases positivas" que promuevan la "flexibilización mental para afrontar a la asociación que lleva a este impulso".
Por otro lado, comentó que existen otras señales como el aislamiento y el acercamiento. Sobre el acercamiento en específico, dijo que una persona que ya tenga planificado su suicidio puede querer acercarse a sus familiares y amigos con el objetivo de despedirse o "dejar mensajes medio confusos", algo que de debe observar con atención.
En la misma línea, también hizo referencia a los sucidios impulsivos, sobre los cuales señaló que "son los casos más complejos de prevenir porque ocurren en ese instante, pero que sí podemos advertir ciertas problemáticas".
Por último, destacó que una persona con estas características puede encontrarse en un momento de "irritabilidad", algo que debe despertar en las personas empatía, ya que el rechazar la ayuda es parte del momento de crisis, en cual los cercanos deben estar en alerta y acompañarlos sin juzgar ni culpabilizar.
