El retorno de la actividad judicial luego del fin de la feria de enero es un motivo de preocupación para las pequeñas y medianas empresas, que reclamaron al Banco Central medidas para suspender las ejecuciones bancarias e implementar un reperfilamiento de sus deudas, con un stock estimado en $400.000 millones y pagos de intereses en el orden de los $16.000 millones mensuales.
Desde la entidad informaron a Infobae que las pymes afectadas por el riesgo de ejecución bancaria son “más de 10.000”, si bien se espera que la autoridad monetaria dé a conocer oficialmente la cantidad exacta.
Por lo pronto, los datos del BCRA precisan que la tasa de morosidad de las empresas aumentó en 18 meses del 1,1% al 5,7%, pero CAME señaló que si esa información “se abre por tamaño de empresas, la morosidad de las pymes es más elevada aún”.
La entidad envió una misiva al presidente del BCRA, Miguel Pesce, con las firmas de su titular, Gerardo Díaz Beltrán, y su secretario general, José Bereciartúa, en la que fundamentaron su reclamo en la deuda de las pymes con los bancos, con un stock de $236.663 millones y USD 2.581 millones, sumando un total “equivalente a casi $400.000 millones”.
Las pymes advierten que si bien la tasa de referencia del BCRA ha bajado, el traslado de esa reducción a las tasas para los préstamos es muy lento.
CAME aclaró que esa suma no incluye multas por moras, otros cargos, ni los pagos de capital y que el abultado monto deriva en “atrasos permanentes, que incrementan más esos pasivos, y desencadenan el peor escenario: nuestras empresas directamente no pueden cumplir, como lo registra el salto en las tasas de morosidad, y quedan al borde de la ejecución, que representa la antesala de la quiebra”.