Tras confirmarse que el Papa Francisco nombró arzobispo de Tucumán al presbítero Carlos Alberto Sánchez, el actual párroco de La Victoria-Basílica Nuestra Señora de la Merced, dialogó con LV12.
En la oportunidad, confirmó que la decisión le fue comunicada la semana pasada por la Santa Sede. "La semana pasada me comunicaron la decisión del Papa y preguntaron si yo aceptaba. Tuve que responder si sí o si no. Ahora el Señor me pide este servicio que no le puedo decir que no. Estoy deliz de ser cura y de servir a través de este nuevo ministerio", expresó emocionado el párroco.
"Me siento muy mimado del Señor. Además, el hecho de estar en La Merced fue muy fuerte. Tenemos una iglesia de Dios muy viva y el Señor va a seguir haciendo su obra", manifestó.
Contó que el día que kle comunicaron la decisión del Sumo Pontífice, dijo: "en las manos de la Virgen me pongo y vos conducime".
Sánchez, conocido como el cura del pueblo, indicó que su perfil estará marcado por "el servicio y la alegría. Yo voy a tratar de anunciar la alegría del Evangelio a nuestros hermanos y tratar de seguir sirviendo con mucha alegría. La idea es servir con alegría para que Jesús sea amado y conocido".
El sucesor de Zecca agregó, además que "yo no me puedo quedar quieto, es el amor de Cristo el que me empuja a hacer cosas. Yo voy a andar como siempre por ahí, en todos los rinconcitos".
Respecto a su ordenación episcopal, anticipó que seguramente será en octubre. "Después vamos a brindar detalles", indicó.
Consultado sobre las funciones que deberá cumplir como Arzobispo de Tucumán, sonriendo respondió: "el protocolo no me sale muy mucho, lo iré aprendiendo".
Para finalizar, Sánchez pidió que recen por él "para que pueda transparentar a Jesús, Buen Pastor, a los tucumanos".
G.I