Se trata de la escuela Joaquín V. González ubicada en localidad de San Ignacio, en La Cocha y que cambió la cocina a leña por una industrial para alimentar a sus 90 alumnos. Todos los días en su comedor ubicado en zona rural y vulnerable se ofrece desayuno, almuerzo y merienda a los estudiantes.
Fue beneficiada por un proyecto “El Fogón” en la oficina del Equipo de Coordinación de Políticas Reparatorias del Ministerio Público Fiscal.
Dicha reparación fue gestionada por la Unidad Fiscal de Usurpaciones, Estafas y Cibercriminalidad de Concepción. Consintió en la entrega de una cocina industrial y utensilios de cocina. El uso de estos equipos adecuados no sólo mejorará la calidad de la alimentación en la escuela, sino que también tendrá beneficios significativos para la salud y el bienestar de sus alumnos.
“Esto nos da más energía para continuar trabajando. A una escuela le cuesta mucho conseguir una cocina industrial, para nosotros era imposible expresó Miriam Santillán, directora del establecimiento, que a su vez explicó: “Todos los días aquí vienen 90 alumnos desde el nivel inicial hasta 6º grado. Ellos ingresan a las 8:00 de la mañana, desayunan y comienzan con la jornada. Al mediodía almuerzan y continuamos hasta la tarde, donde tienen la merienda antes de retirarse a sus casas”.
Una cocina con historia
Héctor Hugo Tejeda tiene 68 años y hace 18 que es el cocinero de la escuela, a la que lo une un cariño más que especial, "tengo un amor muy grande hacia ella. Yo soy nacido y criado en esta zona e hice la escuela acá, al igual que mis hijos y mis nietos”, contó mientras preparaba kipe como menú del día.
“Acá es todo a pulmón. Empezamos la jornada haciéndoles el desayuno a los chicos. Yo prácticamente me estoy retirando (está próximo a jubilarse). El sucesor o sucesora entonces tendrá una comodidad que yo nunca tuve. Cambiará mucho el tiempo que dura la preparación. Acá los días de lluvia pasás penurias porque se te moja la leña. Entonces teniendo gas, freidora y todo lo que incluye la cocina, vamos a poder adelantar un montón”, dijo Héctor, visiblemente emocionado.