Sin embargo, del otro lado de la puerta la esperaba una productor del programa, que la escoltó hasta el SUM para una experiencia nunca antes vista en el reality.
A Agostina le dieron la posibilidad de ver el transmisión en vivo del juego, con una picada y cosas dulces, una cámara de dos plazas y todo lo necesario para pasar una noche ahí.
En las redes sociales algunos usuarios pusieron en duda la "expulsión". Hay quienes hablaron de un plan orquestado para beneficiarla a ella, mientras que otros decían que se había sacado las vendas que le colocaron apenas dejó la casa.
Embed - Agostina atendió el teléfono y tuvo que abandonar la casa: todos indignados y en shock #GranHermano
Al aire en su programa radial, El Club Del Moro (La 100), Santiago del Moro se refirió a las especulaciones que se generaron: “Mucha gente decía ‘salió con unas vendas y llegó con otras’. A mí me genera mucha curiosidad el fenómeno de la teoría conspirativa contra Gran Hermano. Siento mucha ternura porque hay mucha gente que necesita eso para pertenecer tirando cualquier cosa”.
El conductor explicó por qué a Agos le tuvieron que acomodar las vendas, un detalle que no pasó desapercibido por los fans del programa. "A Agostina la llevaron con los ojos vendados hasta el estudio y cuando ingresó, intentó sacarse las vendas. Cuando se la estaba sacando, ya sentada en el SUM, le avisaron que se la ponga porque iba a entrar yo a hablarle y ahí ella se la volvió a poner”, reveló.
Del Moro también mencionó que era imposible saber que ella iba a atender el teléfono. "Estaba llorando, desconsolada, y no entendía qué pasaba, pobre chica. Decían que estaba arreglado que ella atendiera el teléfono. ¿Cómo vamos a saberlo? Es más, yo pensé que tenía más chances Furia porque estaba cerca del baño”, advirtió.
Por último, el conductor de Telefe desestimó las versiones que dicen que el reality "está arreglado". "¿Por qué nos convendría que esté arreglado todo? Yo no me enojo. Me da mucha ternura lo locura que genera”, remató.