Desde los seis años, Diego Jaime gambeteaba la pelota en la Sociedad de Fomento de su barrio Dorrego de González Catán. A los 20 años comenzó a jugar en el fútbol profesional, vivió en el exterior y en 2019 se le terminó el contrato con Deportivo Laferrere. Vino la pandemia y se puso a hacer hamburguesas en la puerta de su casa con una plancha prestada. Fueron un éxito total. En abril del 2020, abrió su primer local y le puso Morfi Burger, el primer año de la pandemia lo cerró con tres aperturas. hace unos días inauguró su quinto local en Catan Shopping
Nacido en el conurbano profundo, Diego Jaime hizo todas sus inferiores en San Lorenzo, por primera vez jugó en las grandes ligas en Ecuador, luego vivió en Serbia y Montenegro y más tarde en Bosnia y Herzegovina. También jugó en Comodoro Rivadavia, Formosa, Santiago del Estero y Corrientes. Cuando volvió del exterior a los 28 años y jugó de delantero en Deportivo Laferrere hasta que se le terminó el contrato.
“Me tuve que reinventar en la pandemia, tuve que olvidarme de la pelota y ver qué otra alternativa podía inventar para vivir. Me prestaron una plancha y me puse a hacer hamburguesas en la vereda de mi casa. Ajustamos los dientes y con el apoyo de mis padres y mi mujer, que me ayudó a hacer una hamburguesa rica, sin preguntarle a ningún chef, arrancamos. Yo tomaba los pedidos, las hacía y las entregaba. No daba abasto, vendía las hamburguesas a $50 con tomate y huevo. Enseguida tuve que conseguir un delivery y al poco tiempo tenía seis deliverys”, recuerda Diego Jaime.
El éxito fue absoluto, por eso se animó y en abril del 2020 abrió su primer local en su barrio. Al lado del kiosco de su papa y el local de ropa de su madre. “Nos decidimos a meter la plancha adentro y arrancamos. La gente nos siguió y cada vez teníamos más clientes. En julio, alquilamos otro local en González Catán y en diciembre, abrimos uno en Laferrere. En marzo del 2021, abrimos el cuarto local en el barrio Independencia de Catán”, cuenta quién terminó colgando los botines, para dedicarse a su nueva pasión.
Franquicias de Morfi Burger
Cuando recuerda los comienzos, se emociona. “Nuestro crecimiento fue en la pandemia, con la persiana baja, haciendo delivery. Ofrecíamos un producto rico, abundante, a buen precio y de buena calidad. Queríamos que todos pudieran probarlas y sabíamos que la gente no podía pagar más. Fue algo hermoso ver como nos elegían y tuvimos el coraje de hacernos responsables de eso, fuimos por más, no bajamos los brazos y hoy nuestra realidad es otra. Hace pocos días, abrimos el quinto local en Catán Shopping. Conocí al dueño Gustavo , le conté mi historia y me dio un lugar, nos animamos porque el shopping no cobra alquiler”, contó a BAE Negocios.
Hoy tiene un centro de producción y distribución de 400 metros cuadrados en el barrio Independencia de González Catán y ya sueña con lanzar un plan de franquicias. “No tenemos techo, queremos salir a jugar otros partidos, dar franquicias que todos puedan tener la posibilidad que nosotros tuvimos y sin mucha inversión. Estamos dispuestos a cruzar la avenida General Paz, ir a otras provincias y también a otros países”.
Morfi Burger es el secreto mejor guardado del conurbano, por ahora, sólo conocido por los vecinos de La Matanza. Diego Jaime se crió en esa zona, y sabe que la fórmula de buen producto, abundante y a buen precio no falla. En sus locales y en el de Catán Shopping ofrece un combo, por $500 una hamburguesa con cheddar, papas fritas y gaseosas. Por $50 más se le puede sumar ingredientes como lechuga, tomate, huevo, jamón y viene con muchos aderezos diferentes. Por $350 ofrece unos panchos gourmet con una salchicha especial, cheddar, bacon, verdeo y salsas, todo viene con papas fritas y gaseosa.
Hay opciones para todos, ensaladas, nugget de pollo, aros de cebolla y de postre: chocotorta, postre Oreo, helados, cafetería, muffins, medialunas y hasta gaseosas de litro y medio. La inauguración del local de Catán Shopping fue un éxito. “Vinieron muchos de nuestros clientes a saludarnos y fue una gran alegría. Somos una gran familia y queremos sumar más gente a Morfi Burger, agrandar la familia y crecer con más locales”, contó Diego Jaime. Cuando recuerda las necesidades que pasó y cómo la pandemia le cambió la vida, se siente muy orgulloso, junto a su mujer Pamela idearon una hamburguesa que hace furor en el conurbano.