Un estudio realizado en Argentina sobre la calidad de vida de las personas con angioedema hereditario (AEH), una enfermedad genética caracterizada por episodios de hinchazón en distintas partes del organismo, mostró el fuerte impacto de este mal en todos los órdenes de la vida y reflejó la necesidad de lograr un buen control para evitar o atenuar las crisis.
En este contexto el Dr. Daniel Osvaldo Vazquez, médico especialista jerarquizado en alergia e Inmunología y ex presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC), habló en LV12 sobre como se ve afectada la calidad de vida de las personas que padecen angioedema hereditario (AEH).
"El angioedema se traduce por hinchazón, la enfermedad se llama angioedema hereditario y es una enfermedad poco frecuente, en Argentina tenemos diagnosticado aproximadamente 600 pacientes, con lo cual todavía nos faltaría aproximadamente el doble por diagnosticar", explicó.
"Es una alteración, una mutación de un gen con el cual va a convivir por el resto de su vida, por tanto al día de hoy la enfermedad no tiene cura, pero si con las terapias actuales tiene un excelente control tanto de la crisis como de la aparición de la crisis, es decir al día de hoy los tratamientos se dividen de acuerdo a si son crisis leves o esporádicas, ya que si son pacientes que tienen crisis leves pueden ser trasladados a demanda para el tratamiento de la crisis, si las crisis son recurrentes, severas y afectan órganos vitales, ahí ya tenemos que sostener un tratamiento en el tiempo para evitar que aparezcan esas crisis. Ambos buscan mejorar la calidad de vida del paciente, algo que con esta enfermedad se ven muy afectados", agregó.
Particularmente, el estudio mostró que en estos pacientes la mayoría de los indicadores de salud física, vitalidad, aspectos sociales, emocionales y mentales estaban por debajo en comparación con lo esperable en la población general.
"Nosotros hicimos un estudio con cien pacientes argentinos donde se demuestra que son enfermedades que realmente afectan la calidad de vida de los pacientes, en el sentido que los pacientes viven con miedo, con depresión, con ansiedad, se niegan a acceder a determinadas carreras, a determinados trabajos, a tener hijos por miedo a transmitirlo a sus descendientes, a que mañana tengan una crisis y no la puedan controlar, a que les falte la medicación", indicó el doctor Vazquez.
Respecto a las diferencias que presenta dicha enfermedad con respecto a las alergias explicó: "esta hinchazón no es una alergia, hasta clínicamente es muy diferente de las alergias, los edemas no se cursan con ronchas como las alérgicos, no cursan con picazón como los alérgicos, entonces generalmente tenemos varios motivos para poder diferenciarlos, pero si igualmente yo los trato como alérgicos con corticoides y no responden, tengo que pensar que puedo estar parado ante un angioedema Hereditario y ahí hay que darle la medicación que sirve exclusivamente para esto".