“El servicio está organizado en dos grandes ramas: audición y rehabilitación”, explicó Alejandra Vega, quien lidera un equipo comprometido y multidisciplinario que atiende tanto a niños internados como ambulatorios, muchos de ellos derivados desde otras provincias como Catamarca y Santiago del Estero.
Dentro de la estructura funcional, el área se divide en tres sectores especializados:
Deglución: aborda dificultades para tragar en pacientes internados en salas comunes, terapia intermedia e intensiva. Dos profesionales se dedican exclusivamente a esta tarea, una en salas y otra en terapias.
Comunicación y lenguaje: se trabaja con niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA), trastornos de la articulación, tartamudez y foniatría. Este sector articula también con el área de estimulación temprana del Ministerio de Educación.
Audición: en colaboración con el servicio de Otorrinolaringología, se realiza estimulación auditiva, estudios como potenciales evocados, otoemisiones, audiometría en campo libre e impedanciometría.
El equipo está integrado por siete licenciadas, aunque en años anteriores el número fue mayor. “Varias colegas se han jubilado recientemente”, comentó Vega. Pese a ello, el servicio mantiene su ritmo y continúa creciendo. Actualmente, dos profesionales trabajan en horario vespertino para cubrir foniatría y audiología, mientras que la atención matutina se extiende de 7 a 13 horas, y la vespertina de 12 a 18.
“El acceso al servicio es mayormente espontáneo, pero también recibimos derivaciones internas del hospital y externas de otras provincias. Nuestro compromiso es garantizar atención integral y de calidad a todos los niños que lo necesiten”, subrayó la licenciada.
Desde el Ministerio de Salud Pública se impulsa y apoya este tipo de servicios clave para el desarrollo infantil, reconociendo la importancia de una detección precoz y una rehabilitación oportuna de los trastornos del lenguaje, la audición y la deglución.