El 11 de Septiembre de 1951 nació Hugo Porta, referente histórico del rugby argentino. Desde los 15 años tomó vida su amor hacia el rugby que hasta el día de hoy sigue intacto. Hombre de Banco Nación, equipo con el que salió campón y le ganó a Inglaterra un partido, su historia en los Pumas lo convirtió en el más grande jugador argentino de la historia. Repasá está buena entrevista donde habla de todo: rugby, su vida, los Pumas y el profesionalismo.
Podríamos contarle a las nuevas generaciones que no lo vieron jugar ó que apenas lo escucharon nombrar , que fué el mejor apertura de todos los tiempos. Que su nombre está en el Hall de la fama de Nueva Zelanda. Que está en el libro Guinness por haber pateado 7 penales y una conversión en un solo partido. Que fue nombrado el mejor jugador del mundo en el año 1985 por la revista Midi Olimpique. Que tiene el título de Gran Oficial de la Orden nacional del Mérito en Francia. Que ganó 5 Olimpia de plata y 1 Olimpia de oro. Pero sólo los que lo vieron jugar saben de lo que estamos hablando, del hombre que le puso nombre y apellido a este maravilloso deporte. Hugo Porta.
¿Qué se siente ser considerado el mejor apertura de la historia?
Uno tiene 60 años y se da cuenta que hay una vigencia aún cuando uno ya es un abuelo. Es algo muy lindo el reconocimiento de la gente, más cuando uno ha hecho las cosas nada más que por el placer de jugar al rugby y por el cariño de los compañeros. Es muy gratificante saber que uno tiene el cariño de la gente y soy consciente que yo tuve una virtud para jugar al rugby, tuve un talento para jugar al rugby, pero en realidad el lugar que tengo en el mundo del rugby me lo dio la gente en la Argentina, así que uno es un agradecido.
¿Cuáles eran tus secretos al patear a los palos?
Yo digo que los deportes que se juegan con las manos son deportes que se pueden enseñar y que uno puede practicar no sólo cuando es chico sino también de más grande. Se puede aprender a jugar al tenis de grande. Es muy difícil enseñar a patear una pelota. Lo fundamental son la concentración, el balance con el que uno llega a impactar el balón. Lo fundamental es entrenar y estar concentrado en el momento que tenés que ejecutar.
Te tocó presenciar el Mundial de Sudáfrica 1995 siendo Embajador en ese país, ¿cómo lo viviste?
Lo viví intensamente porque era un momento muy importante para Sudáfrica como país, era un cambio enorme. En realidad el mensaje que transmitió Mandela fue un mensaje de unidad y de una sabiduría increíble. Todos sabíamos que el deporte servía en ese momento para unir a un país detrás de un equipo. Una nación, un equipo. Y fue así, una vez más la importancia que tiene el deporte para vincular, como puente, como una herramienta de cambio social, que es lo que hacemos en la Fundación Laureus, usar el deporte para educar, para enseñarle a la gente cómo se debe alimentar. Bueno, en este caso sirvió para poner a todo un país, a concientizar que existía una sola Sudáfrica. Así que el mensaje de Mandela poniéndose la camiseta de un afrikaans que era el capitán de los Springbooks y salir a la cancha antes de la final, fue algo muy fuerte.
¿Tuviste oportunidad de reunirte con Nelson Mandela antes del Mundial1995?
Cuando presenté mis credenciales como Embajador Mandela todavía no era Presidente, pero era un presidente en las sombras. Entonces, al otro día de presentar las credenciales oficialmente fui a verlo a Mandela a los headquarters en Johannesburgo. Por supuesto que él tenía una referencia mía, agradeció que estuviera cumpliendo una función de Embajador y siempre estuvo muy ligado al deporte. El (Mandela) es un fanático del box y es una mente privilegiada. Yo creo que , de las personalidades vivas de la historia, para mí es el más grande.
Contame de Laureus Argentina..
Soy el presidente de Laureus argentina y Mandela es presidente honorario, nuestro mentor. Fue él que nos dejó un legado que es una frase que dice : “que el deporte tiene el poder de cambiar el mundo” y que los deportistas tenemos una obligación mayor que los políticos con respecto a la juventud porque llegamos a los jóvenes con un lenguaje directo y , si él nos ha dicho todo esto, tenemos que cumplir con la misión que nos hemos propuesto. Lo que hacemos es utilizar el deporte de esa manera.
¿Practicás algún deporte actualmente?
Sí, siempre hice deportes. Yo siempre digo que soy un deportista que jugué al rugby. Ahora me agarró la locura de la bicicleta desde hace 6 años. Fuimos a correr una carrera a Sudáfrica con algunos de los miembros de Laureus y en ese momento empecé a andar en bicicleta bastante seguido, vino Gabriela Sabatini a Sudáfrica. Y juego al golf también.
Hay gente que tiene condiciones para todos los deportes, sos de esos?
Hago referencia siempre a una nota que se hizo hace poco sobre el tío de Rafael Nadal que le dijo al sobrino, “vos sos bueno para pasar la pelota por arriba de la red…” después hay que estudiar y hay que hacer otra cosa. Yo fui bueno para jugar al rugby lo cual no quiere decir que sea bueno para todos los deportes. Y no es una obligación. También llega el momento de disfrutar, de no estar tan expuesto, de ir a jugar al golf y no tener que ser Tiger Woods, voy a jugar para divertirme.
Muchos entrevistados coinciden en la importancia del rugby amateur en los clubes y que luego en primera puedan desarrollarse profesionalmente, ¿qué opinás de esto?
Yo conozco poco del rugby profesional, conozco lo que viví, defiendo lo que viví. Entiendo que el rugby va por otros carriles hoy y que la gente debe aprovechar las oportunidades. En tanto y en cuanto no sea un fin en sí mismo el juego. Que sea un vehículo de educación, de poder relacionarse para el futuro, de formarse, por eso defiendo mucho la esencia de los clubes. Pero bueno, soy consciente que hay un gran negocio atrás de todo esto, que hay mucha plata en juego y que nuestros jugadores son muy buscados justamente porque han vivido en su formación el valor de la camiseta, el valor del club, yo creo que son muy buscados por su espíritu amateur, por su educación. Un jugador argentino cuando va al exterior lo que trata es de involucrarse, de ser parte de esa sociedad, eso la gente lo valora mucho. Y después tienen ese espíritu amateur que aunque estén lastimados quieren jugar igual, mas allá de la calidad que tienen, entonces uno sabe que el futuro del rugby va hacia ese lado, es un mundo para mí desconocido.
¿Cómo sos como abuelo?
Y trato de ser el mejor abuelo, tengo una gran familia. Mi nieta va a cumplir 5 años y mi nieto varón tiene meses. Disfrutándolos.
Si tu nieto el día de mañana te preguntara, abuelo: ¿qué es lo mejor que te dejo el rugby, que le dirías?
Las amistades, la formación, la educación. Que es lo que a uno lo preocupa de todo este mundo profesional. Lo profesional involucra a una dedicación permanente y bueno, el rugby tenia un gran valor cuando uno tenía que dividirse, tener que ir a la facultad y volver corriendo y entrenarse y saber que todos estábamos más o menos en lo mismo. Pero si mi nieto me pregunta qué deporte tiene que jugar o qué tiene que hacer, le diría que juegue a lo que él quiera, que sea feliz y fundamentalmente que se sienta libre, porque una de las cosas importantes es mi libertad, la libertad que yo tuve siempre porque nunca fui empleado por nadie y porque en la cancha me podía expresar.
¿Me contás la anécdota del dia después del Olimpia de oro?
Cuando me gané el Olimpia yo tenia un cliente que era mi mejor cliente y le dije, si mañana me gano el Olimpia te lo pongo arriba del escritorio. Y bueno, se lo llevé al otro día.
¿Serías entrenador de los Pumas?
No, porque no tengo la capacidad, no he estudiado el juego, por más que yo pienso que los principios son los mismos. Hoy es un juego diferente.
¿Cual fue el partido que más te marco?
Haber salido campeón con mi club fue algo que para mi era impensable porque yo cuando empecé a jugar en mi club no tenia ni primera y haberle llegado a ganar a Inglaterra, con gente de mi club, con los chicos, la “Aguja” Gomez que yo lo conozco desde que tenia 2 años, esos partidos son los que uno mas recuerda.
Los Pumas nacieron en Sudáfrica…
Sudafrica siempre fue como el que introdujo a la Argentina hacia el mundo. Está bueno que sea en Sudáfrica el primer partido del Championship. La historia del nombre de los Pumas es porque los periodistas no podían pronunciar la palabra yaguareté y entonces fueron ellos los que le cambiaron el nombre. Los periodistas sudafricanos empezaron a decir los pumas, los pumas y le quedó. El tema era la pronunciación.
¿Y poco después de ese partido empezaste a jugar?
Yo empecé a jugar en 1966, seguramente por la influencia de los que pasó con los Pumas en el ´65.
¿Aunque estas alejado del rugby, ves los partidos de la selección, los mundiales?
Al único mundial que no fui fue al de Nueva Zelanda 2011, a todos los demás fui.
¿Te acercas al vestuario, estás con los jugadores?
A veces sí y a veces como espectador. Hay que saber bajarse del escenario. Uno ahora está en la platea para aplaudir y para decir algunas cosas cuando hay que decirlas.
Fuente mmtt.com.ar