El huracán Milton tocó tierra cerca de Siesta Key, Florida, el 9 de octubre de 2024, como un huracán de categoría 3, generando vientos de hasta 193 km/h y lluvias que superaron los 460 mm en algunas áreas. Según el Servicio Meteorológico Nacional, la tormenta causó inundaciones significativas y daños estructurales en múltiples comunidades a lo largo de la costa central del estado, dejando a más de 3 millones de personas sin electricidad.
Milton fue el segundo huracán de categoría 5 de la temporada, habiendo alcanzado su máxima intensidad con vientos de 290 km/h (aproximadamente 180 mph) antes de tocar tierra. Durante su trayectoria, la tormenta generó marejadas ciclónicas de hasta 1,8 metros, que impactaron especialmente las costas del suroeste de Florida, como en Naples y Fort Myers, según The Weather Channel.
Precipitaciones y su impacto en San Petersburgo
Las precipitaciones más intensas se registraron en San Petersburgo, donde la cantidad total de lluvia alcanzó los 480 mm. De acuerdo con los meteorólogos de CNN, esto representa un evento de lluvia extraordinario, estimado en un acontecimiento que ocurre una vez cada mil años para esa área. Las fuertes lluvias provocaron inundaciones que sumergieron calles y viviendas, dejando a miles de personas atrapadas.
Daños estructurales y caídas de árboles
En términos de daños estructurales, el huracán provocó la destrucción de numerosos edificios y la caída de árboles y postes eléctricos. Según CBS News, en San Petersburgo, la cúpula del Tropicana Field, que iba a ser utilizada como refugio, fue severamente dañada. Además, una grúa de construcción colapsó sobre un edificio, causando un importante agujero en la estructura.
Vientos y efectos en Tampa
Los vientos huracanados también impactaron en otras áreas, como Tampa, donde se registraron ráfagas de hasta 160 km/h. De acuerdo con The Weather Channel, estas condiciones meteorológicas extremas contribuyeron a la caída de decenas de árboles y el desalojo de familias de sus hogares. Las autoridades locales declararon el estado de emergencia en varios condados afectados, permitiendo así el acceso a recursos para la recuperación y rescate.