En diálogo con A la tarde, por América, Grudke reconoció que desde que se separó de su pareja, Martín Colantonio, no volvió a hablar ni con él ni con su sobrina política. “Le di todas las oportunidades, le pregunté qué sentía, si la amaba, qué pasaba, y me negó todo. Pero el rumor era muy grande. Hasta que una amiga se animó a contarme. Aparecieron pruebas, vi imágenes que no me voy a olvidar nunca, de ellos abrazándose y besándose en el ascensor de mi edificio. Se besaban mientras yo estaba en otra habitación. Fue muy fuerte porque yo quería mucho también a la novia de mi sobrino, se los veía felices. Entonces una doble traición y una desilusión de mi parte por haber amado tanto a una persona que me estafó emocionalmente. Confiaba en él, creía en él y me lastimó a mí y a mi sobrino. Fue terrible para toda la familia”, dijo y se le quebró la voz. De aluna manera era un secreto a voces que muchos conocían, pero no Ingrid.
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Ingrid Grudke y Martín Colantonio estuvieron juntos seis años. Foto: La Nación
Pero, ¿qué pasó? Hacía seis años que Grudke estaba en pareja con Martín Colantonio y la relación iba viento en popa. Al menos eso es lo que ella creía, porque hace tres meses se enteró de que su pareja la engañaba con una sobrina política, Andrea Miranda, empleada de ellos en algunos negocios, y esposa de Santiago, sobrino de Ingrid. La modelo y Colantonio vivían juntos desde la pandemia, entre Posadas, Buenos Aires y Mar del Plata, lugar de origen de él. Según contó Luis Bremer en A la tarde, la empleada doméstica fue quien la alertó primero. La mujer, quizá sin imaginar qué se podía desatar, le preguntó a Grudke qué pasaba ente Martín y Andrea. Posiblemente vio algo que la descolocó, porque Andrea muchas veces se hospedaba con ellos en el departamento cuando iba a Posadas, ya que vive en otra localidad y a veces viaja por trabajo. Grudke no entendió al principio y no pensó ni por casualidad en una traición. Andrea es la mano derecha de la pareja y maneja muchos de los locales que tienen en Posadas, paga sueldos a empleados, hace inversión publicitaria y compra mercadería. Es casi una socia de Colmar, una empresa de Martín que gracias a la inversión de Ingrid, sus contactos y su imagen, creció tanto que ya tiene siete locales.
Así las cosas, Grudke empezó a investigar, pero todavía estaba tranquila. Sin embargo, una amiga íntima también le advirtió que había algo que no estaba viendo y le insinuó un engaño en su relación afectiva. Finalmente habló con su sobrino, que le contó que se había separado de Andrea porque había encontrado chats entre ella y Martín. Se los mostró a Ingrid que ya, con la prueba en la mano, decidió enfrentar la verdad. Dicen que tuvieron una discusión muy fuerte y que Colantonio se fue del departamento. Desde entones, ella está muy triste, sale poco y se refugia en su trabajo. No hay vuelta atrás.
Los negocios que compartían están en pleno proceso de división y también se refirió a eso: “Todo se acomoda, en eso están los abogados. Fluirá como tenga que fluir. Es verdad que hay una parte de mi trabajo que no me reconoce pero, bueno, se arreglará”.
Embed - Ingrid Grudke ROMPE EL SILENCIO tras su ESCANDALOSA SEPARACIÓN
Recordemos que Grudke conoció a Colantonio en Mar del Plata durante el verano de 2018, luego de separarse de Cristóbal López. Estaba en la costa haciendo temporada con la comedia Como el culo y fue a pasar el día a un parador en el que él tenía un emprendimiento gastronómico. “Lo conocí haciendo temporada en Mar del Plata, porque Martín es nacido y criado allá. Él tenía un bar de verano en el parador de las playas del balcón, al lado del faro. Yo estaba haciendo temporada, justo llegó mi sobrino Santiago, que en ese momento tenía 20 años, vino a visitarme con su novia que no conocía el mar y querían ir a la playa y entonces mis compañeros de obra me recomendaron ese lugar. Y lo conocí ahí, por culpa de mi sobrino”, contó la modelo hace algunos años. Es decir, Colantonio conoció a Ingrid y a Andrea el mismo día.
Fue un flechazo y ese verano se los veía juntos por todas partes. La relación creció hasta que, en plena pandemia, decidieron mudarse a Posadas, ciudad natal de Grudke, luego de la muerte de su papá. “Por ahora estamos bien acá y después de 26 años, volver a mi lugar de origen es una gran oportunidad de poder disfrutar de mi familia y de mis amigos de siempre. Trabajé muchos años, yendo y viniendo y apenas estaba un ratito con mi gente. Estoy feliz y a mi novio le gustó tanto que decidió poner la franquicia de una heladería. Con esa excusa nos vamos a quedar más tiempo en Misiones”, le decía a LA NACIÓN hace unos años.