Fabián "Poroto" Cubero no requiere de una extensa presentación. Capitán e ídolo de Vélez Sarsfield, se ha convertido en uno de los tantos personajes del fútbol que generan simpatía y admiración en los fanáticos de este deporte. Su carrera, teñida de éxitos y títulos en el club de Liniers, dio un vuelco rotundo en el preciso momento en que el futbolista blanqueó su relación con la modelo Nicole Neumann, ícono de la moda argentina en los últimos 20 años.
Padres de Indiana, Allegra y Sienna, cuidan la alimentación de la casa con una minuciosa exactitud, aunque permiten una serie de gustos que permiten disfrutar cosas ricas y hacer el esfuerzo de incluir en la dieta aquellas comidas que no gustan tanto.
"Cuando era chico me encantaban los alfajores. A esa edad cualquier nene quiere comer caramelos y dulces. Hoy los sigo comiendo pero por mi trabajo los limito, aunque me permito disfrutar", explicó el futbolista de 36 años.
Al abrir su heladera, se exhiben todo tipo de verduras: "Está llena porquemi mujer y las nenas comen muchos vegetales. También para que ellas se lleven al colegio". En la puerta, un arsenal de salsa de soja, producto de los pedidos de sushi que llegan a su casa y de los cuales son fanáticos.
"Como de todo. Me encanta la comida. ¿Elegir una? Es muy difícil. El primer plato que se me viene a la mente es una buena milanesa napolitana con papas fritas. Es un clásico", admitió Cubero, quien abre su freezer y deja ver todos los congelados (bastones de muzzarella, carnes, pollo), los cuales también acompañan a sus hijas en los almuerzos escolares.
"Me gusta todo lo 'malo'. Cuando tengo hambre no me dan ganas de picotear una manzana o una banana. Me apasiona comer algo más potente", agregó.
En su cocina, varias carameleras guardan todo tipo de golosinas. "Las nenas arrasan con los dulces y a mí también me encantan. Me tientan. Pero también algunos amigos grandes agarran de a puñados y se van a sentar al sillón a comerlos. Increíble", concluyó Cubero.