Se trata del hombre que fue detenido en la misma localidad y el sospechoso que fue apresado en la terminal de colectivos de Caleta Olivia, indicó la Opinión Austral. Sus rasgos coincidían con los identikits confeccionados por la Policía, basados en el testimonio de la madre del pequeño asesinado.
Las pruebas aportadas por la Policía no fueron suficientes a criterio del juez y el fiscal Horacio Quinteros para, al menos, dejarlos detenidos y avanzar sobre estas pistas.
La Policía los demoró en “La Favela”, con manchas de sangre en sus zapatillas y sus rostros lastimados. Pasaron seis horas en la comisaría y debieron liberarlos. En tanto, Oldemar Villa no ordenó ninguna medida y “maneja sus tiempos”. Las autoridades continúan con la investigación.