Según estimaciones privadas, el equipo que comanda Luis Caputo tendrá que pedir una dispensa por unos u$s12.000 millones, que sería el desfasaje con la meta surgida a partir de la revisión de junio de este año. En ese momento también presentó identico problema. Números impecables en pesos, y datos malos en dólares.
La idea de que se podían reabrir los mercados sin tener que acumular dólares respondía a una mirada trader: seducir al mercado en términos de potenciales ganancias a obtener, en tanto se “entrara antes” en la inversión.
Luego de haber comprado reservas en la primera mitad de 2024 y con los dólares del blanqueo en la segunda mitad, el Gobierno quería emitir en enero de este año, pero el riesgo país no cayó. Luego tuvo que ir a un acuerdo con el FMI en abril de este año. El riesgo país cayó fuerte, dando la sensación de que el país se encaminaba a reabrir los mercados.
Pero luego el Gobierno les indicó a los inversores que no iba a acumular dólares para priorizar el proceso de desinflación, lo que estableció un piso de 600 puntos.
Tras el acuerdo de octubre con el Tesoro de Estados Unidos, se generó nuevamente un clima favorable. Caputo procuró generar nuevas expectativas licitando un Bonar 29 por unos u$s1.000 millones. No hubo sobreoferta: apenas se recibieron unos u$s450 millones. Luego de ello, el Banco Central anunció un plan de compra de reservas calzado al incremento de la demanda de pesos que generará la recuperación de la actividad en 2026.
Desfasaje de reservas
Según estima el economista Federico Machado, al 23 de diciembre el Banco Central contaba con u$s43.014 millones de reservas brutas. Pero, bajo la forma de medición del FMI, las reservas netas se ubicaban en u$s15.755 millones negativos.
A partir del acuerdo reformulado a mitad de año con el organismo que dirige Kristalina Georgieva, la meta a diciembre era de unos u$s3.300 millones negativos. Es decir, habría que corregir un desvío de unos u$s12.000 millones.
Cabe señalar que históricamente el FMI estima que la economía argentina tiene capacidad de acumular unos u$s5.000 millones anuales. El pedido de una nueva dispensa probablemente obligue al staff a reclamarle al Gobierno de Javier Milei que la meta de acumulación sea más exigente que lo ocurrido hasta ahora.
Reservas acumuladas
El 19 de diciembre de 2024, el Banco Central argentino contaba con Reservas Internacionales Brutas por un total de u$s32.243 millones. Un año después, la entidad declara u$s42.418 millones, apenas u$s10.000 millones más. En el medio, recibió u$s14.000 millones del FMI y unos u$s2.700 millones del Tesoro de Estados Unidos.
El titular del BCRA, Santiago Bausili, comenzó a dar señales de revertir la situación. Al 30 de noviembre pasado, la entidad declaraba u$s40.314 millones; es decir, en menos de un mes sumó u$s2.700 millones. Las reservas netas, en la forma de medición del FMI, mejoraron en u$s1.200 millones.
Por otro lado, en los últimos 24 meses las reservas brutas crecieron u$s21.470 millones. Al asumir el nuevo gobierno, había u$s20.950 millones.