"Muchos me dicen que me tocó la varita mágica pero yo creo en el esfuerzo", confesó en LV12, el artista Marcos Curioni.
En la escollera sur de Mar del Plata, un paseo costero se transformó en un museo a cielo abierto que hoy es accesible para cualquier persona que pase por allí y decida disfrutar de un arte intervenido por el humano, pero nacido de la naturaleza.
Marcos Curioni es autodidacta. Tuvo mil vidas en una, pasó por varios países y hasta trabajó en una de las productoras más conocidas del país, Polk-a. Hubo altos y bajos a lo largo de sus 50 años, sin embargo, un día todo cambió y comenzó a disfrutar y ver que esa vida todavía tenía mucho por dar.
"Yo trabajo en el Puerto hace siete años de sereno y creo que me permiten hacer esto porque es una playa pública, no muy concurrida. Esto en playa grande no lo podría hacer", comentó Marcos en LV12.
"Me considero artista desde los 8 así que me moviliza desde hace mucho tiempo y es una pasión. Muchos me dicen que me tocó la varita mágica pero yo creo en el esfuerzo y hay que ganarse la pasión", explicó.
Un encuentro insólito con un león lo salvó y hoy la escollera que llenó de arte, está dedicada a aquel felino. "Fue una situación muy fea en mi vida donde me pasó de todo en un año, entonces dije no es para mí y colgué los botines. En su momento me llama mi hermana y me dice quiero ir al zoológico, fuimos y había un león: levanta la cabeza, se acerca y no me saca la mirada de encima. Caminamos alrededor de la fosa y me seguía mirando".
Y siguió: "Al otro día me levanto con otra postura en la vida, me voy al zoológico y el león se acerca. Le dije gracias. Esto me emociona pero nunca más quise saber nada del león encerrado, porque me partiría el alma".
"La idea es que vengas a disfrutar, nunca vas a ver algo partidario, algo político. El arte no es partidario, hay artistas que sí. Yo quiero cerrar una grieta".
Con esta aclaración, confirmó que lo del león no tiene nada que ver con Javier Milei.
