En caso de concretarse, seguirá cumpliendo la función hasta el 9 de diciembre de 2025, y el bloque oficialista se garantizará la conducción de este cuerpo parlamentario. No obstante, para que se concrete la sesión deberá garantizarse el quórum de 129 legisladores, los necesarios para que se habilite la deliberación.
El optimismo de La Libertad Avanza
La bancada de La Libertad Avanza (LLA) confía que Unión por la Patria (UP) dará quórum, y que la mayoría de ese bloque votará a favor de la relección de Menem, con excepción de los diputados riojanos. esto también se debe a que muchos opositores han destacado la presencia del presiente actual.
Además, el sector oficialista cuenta con la presencia y el apoyo de UCR, PRO, MID, Innovación Federal, Producción y Trabajo, CREO, los tres tucumanos de Independencia y Por Santa Cruz. Esto le garantiza una seguridad mayo para su objetivo de conducción.
Por su lado, la ausencia del PRO quedó presuntamente anulada debido a que, según circuló, Mauricio Macri instruyó a los suyos para que no dieran quórum. El objetivo del expresidente sería forzar que no se incluya el tratamiento del Presupuesto en las sesiones extraordinarias.
En tanto, el bloque de Encuentro Federal, que preside Miguel Pichetto, advirtió que definirá mañana su posición, pero desde el oficialismo estiman que lo mas probable que de quórum y vote a favor de la reelección de Menem.
La aspiración del oficialismo es que el actual presidente de la Cámara pueda ser reelecto con el respaldo de las principales bancadas del cuerpo porque eso brindará mayor legitimación. De hecho, nunca sucedió que en los dos primeros años de gestión de un Gobierno no haya reelección del diputado oficialista que está a cargo del parlamento.
Ni siquiera el 2022 fue la excepción, cuando Cecilia Moreau no pudo conseguir que los diputados voten su reelección debido a que Juntos por el Cambio (JxC) dejó la sesión sin quórum, pero su mandato fue prorrogado como lo establece el reglamento del cuerpo legislativo.
Las negociaciones con la oposición
El Gobierno, por su parte, empezó a gestionar por la reelección de Menem desde la semana pasada, intentando asegurarla. Para eso, ayudó a que fracase la sesión especial promovida por el PRO para tratar Ficha limpia, colaborando con la ausencia de ocho legisladores libertarios.
Desde el sector parlamentario aseguran que UP ya había advertido que no iba a dar quórum para la sesión preparatoria que designa autoridades, si se decidía avanzar con el proyecto de ley de Ficha Limpia. Este último le prohíbe a un dirigente condenado por corrupción en segunda instancia ser candidato a un cargo electivo.
También se percibe que durante la reunión de mañana se reelegirá como vicepresidenta primera, justamente, a Moreau. En tanto, rige la incertidumbre sobre si la vicepresidencia segunda volverá a quedar en manos del exvicepresidente Julio Cobos o si será para la diputada del PRO Silvia Lospennato.
La única vez que el oficialismo no pudo elegir a un dirigente propio para conducir la cámara baja fue durante el gobierno de la Alianza, en 2001, cuando el radical Rafael Pascual no pudo ser reelecto y fue reemplazo por el peronista Eduardo Camaño.