Lionel Messi cerró este sábado su ciclo de dos años en el París Saint-Germain y, como fue casi una costumbre en los partidos que disputó, volvió a recibir el desprecio de un sector de la hinchada en el marco de la derrota de su equipo 3-2 frente a Clermont.
El último compromiso de la temporada parecía un trámite por los goles del español Sergio Ramos (16m.) y Kylian Mbappé (21m.), de penal, pero devino en un traspié ruborizante frente a la levantada de la visita con tantos de Johan Gastien (24m.), Mehdi Zeffane (46m.) y Grejohn Kyei (63m.).
La última pelota del argentino como jugador parisino fue un tiro libre cercano al área que pudo significar el 3-3 pero que el arquero Mory Diaw se lo negó con una tapada sobre el ángulo superior izquierdo.
Ya se habían escuchado silbidos y abucheos cuando la voz del estadio lo mencionó al anunciar las alineaciones y, al ser tapado su tiro libre, volvieron a escucharlos esos ruidos, como a lo largo de las dos temporadas del argentino en el PSG.
La salida de Messi del campo de juego se produjo con naturalidad, entre saludos a compañeros y rivales, y con absoluta indiferencia de las tribunas, luego de que minutos antes del partido el club confirmaba oficialmente con un comunicado la marcha del campeón del mundo al final de su contrato, el 30 de junio.
Hostigamiento a pesar del balance futbolístico positivo
Lionel Messi deja PSG a dos años de su llegada, con un balance de tres títulos (dos Ligue 1 y una Supercopa de Francia) y un registro de 32 goles y 34 asistencias en 75 partidos.
En la actual campaña, el argentino fue el segundo mayor anotador del equipo (16 tantos) detrás de Kylian Mbappé (29) y el máximo asistidor de la toda la Ligue 1 con 16 pases-gol.
Sin embargo, el argentino recibió un continuo hostigamiento de un sector de la parcialidad del PSG desde la eliminación del equipo en la Liga de Campeones de Europa, un trofeo ausente en las vitrinas del club, que se convirtió en una obsesión desde la llegada de los dueños qataríes.
De hecho, fue blanco de silbidos y abucheos en la mayoría de los partidos disputados este año en el Parque de los Príncipes, pero la situación se agravó a principios de mayo por faltar a un entrenamiento debido a un viaje a Arabia Saudita para atender compromisos comerciales.