La consultora Pulso elaboró una serie de reflexiones un día después de la segunda vuelta presidencial.
1. La campaña del miedo contra Javier Milei no funcionó. Fue mayor el temor a la continuidad de un modelo de decadencia sostenible representado por el peronismo.
2. Se impuso la voluntad del interior del país. Un peronismo reducido ya no a la PBA, tampoco al Conurbano sino exclusivamente a la 3º sección electoral fue más que insuficiente para revertir el contundente triunfo de Milei en el interior. A su vez, quedaron evidenciados los límites del aparato.
3. Milei duplicó la distancia con Sergio Massa en el interior. Superó a la oferta peronista por casi 20pp.
4. Milei duplicó sus votos respecto a las Generales. El crecimiento en Buenos Aires, Córdoba, CABA, Santa Fé y Mendoza explican el 70% de ese crecimiento. El peronismo creció cerca de un 20% en votos.
5. El contrato cambista fue contundente. El cambio propuesto por Milei representó 1.5 millones más de votos que el expresado por Macri en 2015. La propuesta libertaria creció en cantidad de votos en 22 de las 24 provincias. A su vez, mientras en 2015 Cambiemos ganó en 7 provincias; LLA ganó en 21.
6. La conquista de los votos huérfanos de las Generales fue libertaria. En éste sentido, las derrotas peronistas en provincias como Santa Cruz, Tucumán, San Juan, Salta, San Luis, Chaco o Río Negro tienen un componente simbólico muy relevante que da cuentas de la salud del peronismo.
7. La expectativa del voto en blanco y el crecimiento de la participación no fue la esperada. Los registros de ambas variables estuvieron en niveles históricamente bajos. En definitiva, los argentinos no fueron esquivos a elegir.
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