Las exequias públicas del papa Francisco comenzaron este miércoles con una solemne ceremonia que marcó el inicio de tres días de recogimiento y oración. El féretro del pontífice, quien falleció el lunes a los 88 años debido a un ictus, fue trasladado desde la residencia de la Casa Santa Marta hasta la Basílica de San Pedro.
"Dios le dio un tiempito más después de salir del policlínico y eso lo sentimos todo, después de enterarnos que estuvo a punto de fallecer", expresó en LV12, Lucas Schaerer, periodista especializado en fe y política.
"Fue increíble verlo a él recorrer la Plaza San Pedro ante 40.000. Con todo su esfuerzo besando a los bebés, recibiendo y sintiendo el grito del pueblo. Fue como su despedida", agregó.
Para Lucas, "es una pérdida física pero una presencia espiritual en el cielo. Estamos con esos dos sentimientos entre el luto de que no lo vamos a poder abrazar y la alegría de que lo tenemos en el cielo y eso es una garantía del creyente porque Bergoglio subió al cielo con toda esa escucha que hizo del pueblo del mundo, porque fue a lugares donde no había ningún papa".