"Durante la mañana de ayer había 260 evacuados y durante la tarde se fue reduciendo el número a 55 personas", explicó Ramón Imbert.
Una de las zonas más afectadas había sido Famaillá, donde luego del trabajo de las distintas áreas, las familias que habían sido evacuadas comenzaron a regresar a sus hogares. En este caso, ya no queda ninguna persona alojada en la escuela General Lavalle.
La misma situación se repite en la localidad de Alderetes, que llegó a contar con 45 evacuados, que afortunadamente ya pudieron retornar a sus hogares pero seguirán siendo asistidos por los equipos provinciales.
Ante este panorama, en total en la provincia, aún hay 121 personas en todos los centros de evacuación puestos a disposición en las distintas zonas afectadas, siendo la más complicada por el momento Ranchillos, en donde el agua está subiendo producto del drenaje en otras zonas.
Por este motivo es que en las últimas horas tuvo que evacuarse preventivamente a personas del barrio Espírtu Santo.